Pekín quiere ser la primera ciudad que logra el 'doblete' olímpico

Pekín tiene este viernes la ocasión histórica de convertirse en la primera ciudad del planeta que organiza los Juegos Olímpicos de verano y los de invierno, aunque para ello tendrá que imponerse a Almaty (Kazajistán), su única rival en la elección de la sede de 2022.

La capital china fue sede de los Juegos de verano de 2008, una edición inolvidable por su intachable organización y sus grandiosas instalaciones, escenario de gestas deportivas como las de Usain Bolt y Michael Phelps.

Ahora llega ligeramente como favorita para los Juegos de invierno de 2022, en los que la capital china albergaría las pruebas de hielo y las ceremonias. Sin embargo, tendría muy lejos las competiciones de nieve, que se desarrollarían en Zhanjiakou, una localidad situada a unos 200 kilómetros.

Antes de Pekín, varias ciudades europeas intentaron acoger los Juegos de invierno tras haber sido sede de los de verano. La apuesta más seria la realizó Múnich, que organizó la edición de verano de 1972 y fue finalista en la elección invernal de 2018 que finalmente ganó PyeongChang (Corea del Sur). La ciudad alemana también se planteó una candidatura para 2022, pero la población la rechazó en referéndum.

Estocolomo, sede de los Juegos de verano en 1912, también aspiró a los Juegos de 2022, pero sucumbió ante la falta de apoyo del gobierno municipal.

Sede de unos inolvidables Juegos Olímpicos de verano en 1992, Barcelona también se planteó pedir los de invierno de 2022, pero el CIO aconsejó a las autoridades locales que antes deberían trabajarse un nombre como ciudad relacionada con los deportes de invierno.

Precisamente la difusión de las disciplinas de hielo y nieve en un gigantesco mercado como el chino es el principal argumento de Pekín para pedir los juegos blancos. Y es que China fue segunda en los Juegos de Londres 2012 con 87 medallas (38 oros, 27 platas y 22 bronces), pero tan solo ocupó la 12ª plaza en los de invierno de Sochi 2014, con nueve metales (3+4+2).