Juegos Olímpicos - Deportes

Juegos Olímpicos: Natación - Saltos

Los mejores especialistas del trampolín del mundo tienen una cita en Londres buscando la perfección en la pileta

Saltos de trampolín en los Juegos Olímpicos

Saltos de trampolín en los Juegos Olímpicos / sport

Lluís Payarols

Es una de las especialidades más espectaculares del programa olímpico, una combinación de natación y gimnasia. Los saltos de trampolín existen desde hace siglos, con los primeros precedentes en los saltos desde diferentes alturas en mar abierto, desde rocas o acantilados.

Forman parte de los Juegos Olímpicos desde 1904, en la edición disputada en Saint Louis, aunque en categoría femenina su estreno fue justo hace 100 años, en Estocolmo 1912.

Los saltos se realizan, según la especialidad, desde un trampolín situado a 3 metros de altura o de una plataforma elevada a 10 metros. En ambos casos se realiza concurso individual como sincronizado. Esta última especialidad incorporada al programa en Sydney 2000, consiste en la realización de saltos a la vez por parte de dos saltadores en los que ambos deben intentar coincidir en todos los movimientos.

Los jueces -7 en saltos individuales y 11 en los sincronizados- puntúan de 0 a 10 cada salto en función de diferentes factores. Todos los jueces están separados y dan su puntuación teniendo en cuenta impulso, elevación, ejecución o entrada en el agua, entre otros aspectos. También se tiene en cuenta la dificultad de cada salto, marcada con una cifra que se multiplica a la puntuación obtenida.

En todas las competiciones de saltos se realizan seis ejecuciones por participante en categoría masculina y cinco en categoría femenina. Cada país puede aportar un máximo de dos saltadores en las especialidades individuales y un equipo de dos deportistas en las sincronizadas.