Entrevista

Love of lesbian: "El éxito nos unió, pero hubo daños colaterales"

La banda barcelonesa Love of lesbian presenta su último disco 'El Poeta Halley' (Warner), una de las obras más redondas de su ya extensa discografía. Una carrera de fondo que arrancó en 1998

Los integrantes de Love of Lesbian posan para SPORT

Los integrantes de Love of Lesbian posan para SPORT / sport

Dídac Peyret

Os he escuchado decir que el disco ‘1999’ os cambió la vida. Santi, por ejemplo, reconoció que casi se la destroza ¿Qué pasó?

[Toma la palabra el guitarrista Julián Saldarriaga]. Pues que éramos un grupo acostumbrado a hacer recuento de fracasos y nos llegó una sucesión de éxitos. Éramos un Seat Ibiza yendo a 300 kilómetros por hora. Fueron años de celebración constante. Muy heavy. Yo me acuerdo que bebía muchísimo alcohol.

Santi Balmes: Fue un desfase.

J.S: Era todo camerinos, pizzas, ganchitos, quicos… Era un constante “¿Qué queréis?”, Whisky, vodka, gintonic… 

S.B: De repente, lo tienes todo a tu alcance.

J.S: Todo el mundo te dice qué guay lo que haces; qué bueno eres; cómo molas. Y, claro, todos dejamos nuestros trabajos. No había viernes, sábados ni domingos. Todos los días tenían olor a viernes. Entre semana me iba a dormir a las mil y me levantaba a las mil. Un desorden completo y muy alejado de la realidad.

S.B:  A nosotros ese éxito nos unió más, pero hubo daños colaterales con la familia y amigos. 

¿Tanto os costó volver a la normalidad?

S.B: Cuesta mucho explicarlo. Llegas a casa; vienes de algo que se mueve constantemente. Te sientas. Haces una descompresión que a lo mejor te dura dos días y te dicen: “Ei, perdona, las niñas tienen inglés a las seis”. Nos costó hacer ese quiebro, porque realmente estábamos disfrutando mucho. Fue una gran fiesta, un carnaval de tres años.

Y claro luego viene la resaca…

S.B: Entonces te esperan y te dicen: “mira, aquel día de la fiebre que fuimos de urgencias no estabas’. Y, claro, te vas quedando pequeño, pequeño. 

J.B: Tuvimos suerte de que nos cogiera con 35 años y no con 20. 

S.B. Por eso cuando veo estos jugadores de fútbol con veinte y pico años, con la pasta que tienen, y con todo el mundo adorándoles, me parecen muy pocos a los que se les va la olla. Supongo que el deporte les mantiene de algún modo asentados. En el mundo del rock lo normal es que estuviera a petar de malos ejemplos.

J.B: Un Dennis Rodman y un George Best. Más casos así.

¿Qué jugador nunca faltaría en vuestra delantera? 

S.B: Romario.

J. B: El Ronaldo del año del Barça. Estaba en un momento espectacular. Si se hubiera quedado dos años más con nosotros…

Una buena historia de un futbolista para la letra de  una canción....

S.B: Laudrup, para una canción de despecho. Me traumatizó mucho más que lo de Figo. 

J.B: Por cosas humorísticas, Amunike. Da para hacer una canción cachonda de Love of Lesbian. 

S.B: Y Korneiev, que lo fichó Cruyff. Tiene esa cosa casual en plan Sabina [pone voz cavernosa y canturrea]. “Nos encontramos en un bar y te fiché” [risas].

El jugador que os da más rabia...

J.B: Buyo

S.B: Coincidimos.

Un jugador con el que iríais a tomar una cerveza…

S.B: Alves. Es una persona que mezcla muy bien la profesionalidad con el sentido del humor. Alguien que sabe que todo esto no deja de ser un juego. Me acuerdo cuando imitó a su novia y mucha gente se indignó pero yo pensé: de puta madre, porque sabía que en el próximo partido estaría dando el callo.