Javier Fernández: "Ya sé lo que puedo esperar de Barcelona"

Javier Fernández ha llegado esta misma mañana procedente de Moscú y no pasará más de 24 horas en Barcelona. Le esperan dos semanas de entrenamiento intenso en Toronto con vistas a <strong>la Final ISU Grand Prix, para la que ya tiene billete tras sus victorias en China y Moscú</strong>. Una competición que se ha presentado esta tarde en el Palau Blaugrana.

La expectación es máxima. Y el triple campeón europeo y campeón mundial sonríe cuando oye, de boca del presidente de la Federación Española de Deportes de Hielo (FEDH), Frank González, que "el 90 por ciento de los tickets están vendidos. Y para el sábado (día en el que se deciden los vencedores) ya podemos poner el cartel de 'no hay entradas'". 

Javi es, por el momento, el único patinador clasificado para la Final que se celebrará del 10 al 13 de diciembre en el Centro de Convenciones del Fòrum de Barcelona. La Ciudad Condal acoge por segunda edición consecutiva, algo inédito hasta ahora, esta competición, que reúne a los seis mejores patinadores de las distintas categorías del ISU Grand Prix. Y que este año presenta una novedad: por primera vez se verá también a los cinco mejores países en la categoría de patinaje sincronizado, con equipos de 18 patinadores cada uno.

A los programas de esta temporada Javier Fernández ha añadido "mucha dificultad técnica. Tenemos muchos margen de mejora pero me voy a Toronto y empiezo a entrenar nada más llegar para que no vuelvan a ocurrir los fallos que ha habido y volver en dos semanas a Barcelona con unos programas muchísimo mejores".

Pese a esos errores y teniendo en cuenta que los éxitos de la temporada pasada, en especial, su título mundial, "retrasaron mi incorporación a los entrenamientos", Fernández se siente "mentalmente fuerte. He estado al más alto nivel, he sido el que más fuerte he competido y eso me sirve para el resto de temporada".

Para el patinador madrileño la experiencia vivida el año pasado en Barcelona, patinando por primera vez ante su público, "fue una lección muy buena porque no sabía cómo nivelar esa energía que me transmitía la gente, cuando tienes tanta adrenalina en el cuerpo por patinar en casa. Mis rivales ya están acostumbrados a ello, para mí era la primera vez. Ahora ya sé lo que me puedo esperar", rememora.

Sin embargo, no esconde que está encantado de haber creado "tanta expectación. Algo más de presión sí que hay pero espero seguir concentrado, con la cabeza en su sitio y los nervios calmados para que no me pasen factura en la competición". Y varios retos: "revalidar mis títulos (europeo y mundial)... y ganar en Barcelona. Yo tengo que hacer mi trabajo, ser más fuerte esos días".