RUGBY - MUNDIAL 2015
Un imperial Bernard Foley expulsa a Inglaterra de su Mundial
Tras su derrota ante Gales, el 'XV de la Rosa' volvió a perder este sábado frente a Australia (13-33) y dice adiós a sus opciones de acceder a los cuartos de final del Mundial... Este fracaso podría suponer la destitución de su seleccionador, un Stuart Lancaster que ya estaba muy cuestionado
David Rubio
Con una mentalidad española o catalana, resulta complicado entender la trágica jornada que ha vivido el deporte inglés este sábado por la noche con la eliminación del 'XV de la Rosa' en su Mundial tras caer ante Australia por un claro 13-33, el evento que todo el país llevaba esperando desde hace muchos meses. Twickenham, el templo del rugby inglés, se llenó a reventar para tratar de llevar en volandas a los de Stuart Lancaster, que ya habían dado muchas muestras de flaqueza en su derrota ante Gales (25-28).
MUNDIAL 2015
INGLATERRA
AUSTRALIA
INGLATERRA |
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(3+10): Mike Brown, Anthony Watson, Jonathan Joseph, Brad Barritt, Jonny May, Owen Farrell, Ben Youngs, Ben Morgan, Chris Robshaw (c), Tom Wood, Geoff Parling, Joe Launchbury, Dan Cole, Tom Youngs y Joe Marler. También jugaron: Webber, Vunipola, Brookes, Kruis, Easter, Wigglesworth, Ford y Burgess. |
AUSTRALIA |
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(17+16): Israel Folau, Adam Ashley-Cooper, Tevita Kuridrani, Matt Giteau, Rob Horne, Bernard Foley, Will Genia, David Pocock, Michael Hooper, Scott Fardy, Rob Simmons, Kane Douglas, Sekope Kepu, Stephen Moore (c) y Scott Sio. También jugaron: Polota-Nau, Slipper, Holmes, Mumm, McCalman, Phipps, Toomua y Beale. |
El caso es que Inglaterra no podía fallar ante una Australia que había ganado sus dos primeros encuentros y que se jugará la primera plaza del grupo con el 'XV del Cardo'. Ni siquiera la eliminación en la fase de grupos del pasado Mundial de Fútbol a manos de Italia y Uruguay causó semejante estruendo en el deporte del país más grande de las Islas Británicas por no desarrollarse dentro de su territorio. El mejor ejemplo podríamos encontrarlo en el inesperado KO español en los cuartos de final del Mundial de Baloncesto del año pasado ante Francia... pero al menos los de Juan Antonio Orenga habían llegado a cuartos de final.
Stuart Lancaster hizo tres modificaciones en su quince inicial para tratar de corregir los desajustes que permitieron la remontada galesa y lo cierto es que a los ingleses no les salió casi nada en el primer tiempo. Cometieron demasiados errores en tareas de contención y dejaron huecos imperdonables por el centro que aprovechó el gran protagonista de la noche, Bernard Foley. En una actuación con escasos precedentes, el medio de apertura anotó 28 de los 33 puntos de los 'wallabies', incluidos dos ensayos y seis patadas entre los palos de seis intentos haciendo gala a su apodo de 'Iceman' ('hombre de hielo').
Si el medio de apertura encuentra espacios para progresar y supera la defensa rival, es que el equipo que defiende no lo está haciendo nada bien. Y así fue. Tras abrir el marcador con un golpe de castigo, el jugador de los Ricoh Black Rams japoneses burló la oposición de la defensa inglesa a los ocho minutos para volver a adelantar a los 'aussies' y anotó la transformación, lo que repitió al paso por el 20' (3-17, ya que Owen Farrell había empatado a tres para los anfitriones).
Así se llegó al descanso, con una tensión que se cortaba con un cuchillo en Twickenham. Inglaterra no daba motivos para el optimismo y todo apuntaba a que le quedaban apenas 40 minutos de vida en el Mundial (el choque del próximo día 10 ante Uruguay ya no servirá para nada). Pese a ello, Stuart Lancaster realizó varios cambios y el 'XV de la Rosa' reaccionó con posesiones más largas y recuperaciones en zona ofensiva.
El caso es que Anthony Watson (de los pocos que se salvaron de la quema) recortó distancias con un ensayo en el 56' justo después de otros tres puntos de Foley que transformó Farrell para situar el 10-20 en el marcador. Otro golpe convertido por Farrell (13-20) situó a los anfitriones a un ensayo transformado de un empate que quizá tampoco le habría servido.
Sin embargo, ahí se produjo una jugada que resultó definitiva. Stuart Farrell placó a un rival cuando no tenía el oval y el galo Roman Poite le mostró la amarilla y lo envió al 'Sin Bin', lo que condenaba a Inglaterra a jugar hasta el final en inferioridad. Y eso fue su sentencia. Dos nuevos golpes transformados por Foley y un ensayo del incombustible Mark Giteau que tampoco erró el verdugo de Inglaterra supusieron el 13-33 definitivo mientras las gradas del estadio londinense se vaciaban y se llenaban de tristeza y de decepción.
En los otros dos partidos de la jornada, Sudáfrica dio un paso de gigante hacia la primera plaza de su grupo tras superar con autoridad a Escocia (34-16) y Japón dio buena cuenta de los samoanos (5-26).
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