La entrevista

Eva Amaral: "No hemos necesitado más droga que la música"

Eva Amaral y Juan Aguirre forman la banda Amaral. Su séptimo disco de estudio se llama ‘Nocturnal’ y coge el relevo de ‘Hacia lo salvaje’.

Amaral, en una imagen de archivo

Amaral, en una imagen de archivo / sport

Dídac Peyret

¿Si de pequeña le hubieran dicho que sería una estrella del pop qué habría pensado?

Pues habría flipado porque, la mía, ha sido una vida de película. 

¿Cómo se imaginaba de mayor?

Es que cuando era pequeña tenía ese tipo de rebeldía de pensar que el futuro no estaba hecho para mí. 

¿A qué se refiere?

Era un poco punky. Tenía ese pensamiento de ‘no future’. Igual era un poco outsider; pero no me veía reflejada en los planes de futuro que tenían otras personas de mi alrededor. Claro que el plan de futuro ideal [el que vive ahora] era tan loco que  parecía muy poco probable que acabara pasando. 

¿En qué no encajaba?

Nunca me vi en ese plan de casarme y formar una familia. Ni siquiera soñaba con roles que la sociedad te pedía que adoptaras como mujer. 

¿No jugaba con muñecas?

No (risas). Jugaba con un montón de muñequitos pequeños y montaba teatrillos. Me encantaban las aventurillas y construir una historia antes que jugar a hacer la comida o cambiar los pañales.

Ahora, con 43 años, ¿no sé ve más cerca de una idea más tradicional? 

Lo que ocurre es que ahora el concepto de familia ha cambiado bastante. Y formar una familia no tiene porque suponer adoptar los roles como los de aquella época. 

¿Es usted madre?

No, porque digamos que la música me ha absorbido. 

Parece un buen título para una película..

Sí (risas). Totalmente. Y soy feliz, ¿eh? He formado una familia a mi manera rodeada de la gente que quiero.

¿Qué papel ha jugado la música en su vida más allá de lo profesional?

Cómo te comentaba ha sido todo. Todo ha girado en torno de la música y no solo como cantante, compositora o como le quieras llamar. Una canción me eleva y me hace sentir momentos pasados. Y supongo que eso me animó a componer y reflejar esos momentos. 

Con ‘Estrella de Mar’ disteis el gran salto comercial. ¿Cómo afectó a la banda?  

Aquello se desbordó. En ese momento pensábamos que estábamos muy equilibrados y muy bien, pero viéndolo ahora fue una locura todo.

¿En qué sentido?

Con Juan [Aguirre] la relación no cambió; seguíamos siendo una piña; ahí siempre hemos tenido un ancla. Pero sí que los viajes eran descontroladísimos. 

¿Hubo muchos excesos?

No, la verdad es que no somos una banda de excesos. Toda esta locura que te puede tocar vivir, si la mezclas con excesos, yo no sé lo que puede salir de ahí, pero nada bueno (risas). No hemos necesitado más droga que la música.

Durante la grabación de ‘Gato negro, Dragon rojo’ falleció su madre e incluso se planteó el final de la banda...

Supongo que es un momento tan duro que no es momento de tomar decisiones. Estás confuso, abatido. Ahí fue clave la ayuda de Juan, que estuvo ahí acompañándome y la gente que tuvo paciencia conmigo. Dejar lo que más te gusta en el mundo porque te encuentras mal no es una buena decisión. 

Juan fue incluso su pareja durante los inicios de la banda.  ¿Cómo se gestiona una ruptura dentro de una banda?

No sé muy bien cómo explicarlo pero fue una cosa bastante natural. Supongo que llega un momento en el que sigues siendo banda... y ahora mismo Juan ya es como mi familia. Es mi hermano mayor y mi compañero de grupo. Es la persona en la que confío.

¿Cuál de los dos se come más la cabeza?

(Se lo piensa). Bueno, yo creo que soy más directa y Juan es un tío que siempre ve más caminos. Podríamos ver dos cuadros: yo ante un camino y Juan ante una rotonda (carcajadas).