Son unos auténticos privilegiados de la sociedad.

Los sueldos de los árbitros, al descubierto

Salvo Velasco Carballo y Mateu Lahoz, que viven exclusivamente del fútbol, el resto de colegiados tiene otra fuente de ingresos en sus profesiones

Alejandro Alcázar

Los clubs de la Liga están pagando un precio muy alto por el servicio que reciben de los colegiados, unos auténticos privilegiados de la sociedad, máxime teniendo en cuenta las restricciones económicas que están sufriendo todos los trabajadores en los últimos años. Cada árbitro español se va a los 18.000 euros  brutos mensuales para un total anual aproximado a los 200.000 euros, sumando el sueldo fijo, el pago por partido dirigido, las dietas y otros extras.

Desglosado, cada árbitro percibe 10.000 euros brutos fijos al mes. 3.438 euros brutos por partido dirigido y arbitra una media de dos mensuales. 53 euros de dieta por día y tiene la obligación de pernoctar en la ciudad donde va a dirigir el encuentro. Y un kilometraje de 0,19 euros si viaja con su vehículo propio. A todo eso hay que sumar que el colectivo arbitral percibe 12.000 euros anuales en concepto de publicidad. Los sueldos de los asistentes son de 1.440 euros, mientras que el cuarto árbitro se lleva 1.435. En Segunda división, los cargos son de 1.512 euros por partido para los colegiados y 682 euros para los asistentes. Eso, sin olvidar que los colegiados son tratados como VIP¿S. Viajan casi siempre en avión y en primera clase obligado.

Unas cifras que solo superan en Europa los colegiados de la Premier League, los únicos que son profesionales. En Inglaterra, el sueldo mensual alcanza los 24.000 euros al mes. El resto de Ligas pagan por debajo de la española. Y excepto la italiana, donde los árbitros pueden llegar a los 150.000 euros anuales, el resto está muy lejos de los nuestros. En Italia se paga un fijo de 8.000 euros al mes y 4.000 por partido. A partir de ahí, las cifras bajan ostensiblemente.

En Alemania solo se paga por partido dirigido, mientras que en Portugal se cobra mil euros por encuentro. Eso sí, los árbitros lusos dirigen cuatro encuentros al mes. En Francia, también hay un fijo, que es de 2.750 euros al mes, mientras la cifra por partido es de 2.430 euros. Total, alrededor de 73.000 euros anuales.

Todas estas cifras no incluyen los arbitrajes internacionales, que aumentan considerablemente los ingresos de aquellos que son designados por la RFEF para dirigir partidos de los torneos que organizan la UEFA y la FIFA.

A todo ello hay que añadir que salvo Velasco Carballo y Mateu Lahoz, los otros 18 árbitros de Primera División no se dedican exclusivamente al arbitraje, por lo que tienen una segunda profesión, lo que multiplica sus emolumentos mensuales.

Ajenos a la crisis que afecta al mundo y, muy especialmente a España los últimos cinco años, la RFEF y el Comité Técnico de Arbitros han planteado en la negociación del convenio una nueva subida salarial de un 25 por ciento. Además, el máximo organismo futbolístico está presionando para que los árbitros se conviertan definitivamente en profesionales, tal y como demanda la FIFA desde hace tiempo. La demanda sería acogida también por la LFP, que es la que ingresa en la Federación los sueldos de los árbitros una vez recaudados de sus afiliados, los clubs.

En este caso, los colegiados verían aumentados considerablemente sus emolumentos, pero a cambio estarían concentrados cinco días a la semana en la Ciudad Deportiva de Las Rozas, donde al margen de analizar los encuentros dirigidos la jornada anterior y preparar los siguientes, recibirían cursillos constantes enfocados a mejorar su técnica arbitral. Además, podrían dedicar tiempo suficiente a mejorar su condición física, algo que en algunos casos ha dejado mucho que desear históricamente. Su condición de privilegiados puede aumentar en breve.