Xavi no podía salir por la puerta de atrás

Merece irse cuando quiera. El caso Xavi ha dado un giro inesperado en las últimas horas. El centrocampista estaba más fuera que dentro, pero la dificultad para encontrar una salida apetecible en un mercado que se ha movido muy poco ha llevado al traste su adiós. Tal vez, si este asunto se hubiese gestionado con la celeridad y la diligencia que convenía, el capitán azulgrana estaría preparando una despedida pactada y feliz para todas las partes. Y, ahora, esto puede convertirse en un marrón.

Xavi merece gestionar su adiós. Marcar los tiempos y hacerlo sin agobios. No cabe duda que el Barça le recibirá con los brazos abiertos a pesar de que no se le esperaba e, incluso, tendrá minutos si a finales de agosto no ha encontrado acomodo. Porque sería triste que un futbolista que ha dado tanto acabara recluido sin tener posibilidad de jugar y acabara marchándose por la puerta de atrás.

El Barça, después de dar por hecha su marcha, debe dar un paso hacia adelante, y facilitarle más las cosas. Y el jugador, si no quiere tener un puesto decorativo en su final azulgrana, debería exprimir sus opciones y, quizás, bajar expectativas. Él también sabe que su entorno no ha estado muy hábil en estos meses de negociación con las ofertas que le han llegado de fuera. Quizás sea tarde, pero su destino está más en Catar que en Estados Unidos. Y sería deseable pactarlo antes del 31 de agosto.