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Simeone y la Liga de los pobres

Simeone defiende el título

Simeone defiende el título / sport

Lluís Miguelsanz

Otra liga desequilibrada Simeone es entrenador del campeón de Liga y ayer reflexionaba en la Gazzetta dello Sport sobre las miserias del campeonato que está a punto de comenzar. A pesar de ser un tío ambicioso, el argentino dejaba claro que el Atlético asume su papel de segundón porque no puede competir ante un Barça o Madrid que cada año gastan más para reforzarse. Su objetivo es quedar tercero tras el accidente del año pasado. Impresiones que reflejan con tristeza la realidad de la Liga de las estrellas...y los estrellados.

Si el propio campeón se quita de en medio tras tener que venderse medio equipo titular, qué pensarán los 17 equipos restantes. La mayoría de ellos mendigan en el campeonato con el temor de caer al pozo de Segunda acuciados por las deudas y fichando, cada vez más, a jugadores deshauciados que vienen por cuatro duros. La diferencia es tan grande, que los gestores de la LFP deberían tomar cartas en el asunto.

Seguramente no les interesa porque dirigen la historia siguiendo directrices de los grandes, pero llegará un momento que esto estallará. Una Liga tan desequilbrada acaba siendo un monólogo de dos equipos y pierde todo su interés. Y, si no hay interés, desaparece el negocio, tanto para los grandes como para los pequeños. Simeone cuenta con la gallardía para cambiar el mundo y hoy puede dar un golpe a los poderosos si se lleva la Supercopa. Sería deseable.