FUTBOLEANDO

La posesión, sin Messi, no es nada

Messi volvió a ser decisivo

Messi volvió a ser decisivo / sport

Lluís Miguelsanz

Guardiola tenía razón. Pep Guardiola lo sabía desde que le tocó el Barça en el sorteo de semifinales. Estaba perdido. Y lo estaba porque no hay nadie quien pare al mejor jugador del mundo, Leo Messi. Ni el poderío físico, ni tan solo la posesión. Porque el Bayern, fiel a su entrenador, ganó el porcentaje de posesión al Barça, se posicionó mejor, tuvo sus opciones... pero no cuenta con el argentino en su equipo. Messi es el elemento que decanta el partido y, quizás, la temporada. Y Guardiola lo tuvo que vivir en sus propias carnes. No hay nada que hacer cuando Leo está enchufado a pesar de que el rival de mejores sensaciones de equipo.

Porque al Bayern no puede tirársele nada en cara. Tal vez su atrevimiento final para intentar equilibrar la eliminatoria echándose demasiado hacia arriba y dejando sentenciar a Neymar. Pudo más el corazón que la cabeza, aunque ya sabían que lo tenían todo casi perdido. Queda la duda de que hubiera pasado con alguno de sus lesionados sobre el campo, pero quizás Messi también hubiera sido mucho para ellos.

Nunca un jugador ha sido tan decisivo en toda la historia del fútbol. Nunca nadie marca tanto la diferencia. Messi resolvió ayer la eliminatoria de semifinales sentenciando por la vía rápida. Tiene hambre y seguro que el argentino ansía ya jugar esa final de Champions y hacerlo contra el Madrid. Y, ahí, ganar en posesión y en calidad en un duelo que sería la leche.