FUTBOLEANDO

Luis Enrique ata en corto al vestuario

Lluís Miguelsanz

Se acabó el cachondeo. Quedó claro que uno de los principales defectos de Martino fue dejar hacer dentro del vestuario. No solo eso sino que había una sensación de dejadez que acabó contagiándose en el terreno de juego. Los equipos juegan como entrenan y el Barça acabó pegándosela por la laxitud de los que mandaban. En el club lo tenían tan claro que eligieron a un técnico de carácter para levantar una situación que se había escapado de las manos. Luis Enrique conocía los problemas y, lo más importante, tiene la actitud y carácter suficiente para afrontarlos y resolverlos. Ha ido de cara atando en corto a los futbolistas y dejando claro que lo importante es el equipo.

Uno de los mayores logros de Guardiola estuvo en cerrar el vestuario y aislarlo absolutamente del exterior. Cero influencias del entorno y cero filtraciones de lo bueno... y de lo malo. Aisló a los futbolistas y supo hacer que se entregaran a la causa viviendo solo por y para el fútbol. Claro que hubo mano dura, pero la disciplina se asume mejor si los resultados acompañan y acabó forjando el mejor Barça de la historia. Tal vez acabó tan quemado como los jugadores, pero marcó un estilo que funciona y dejó un legado que Luis Enrique recupera, a su estilo, para enderezar el transatlántico culé.

El técnico deberá tener mano izquierda para muchas cosas, pero es bueno que deje claro que no dejará pasar ni una. Con eso se gana el respeto del grupo, aunque ahora le tocará demostrar que es igual de hábil en sus ideas tácticas. Guardiola consiguió enamorar a sus jugadores con sus ideas y Luis Enrique deberá sacar a relucir sus dotes de persuasión si quiere que esto acabe bien. Por el momento está haciendo lo que se esperaba de él.