Braida y el lío del área deportiva

Manda Luis Enrique. Cada vez queda más claro que la salida de Andoni Zubizarreta se cerró en falso. Primero con una destitución fulminante durante una crisis que pudo llevarse a más gente por delante, pero que el fútbol acabó por solventar evitando más ceses innecesarios. El adiós de Zubi dio paso a un cierto desgobierno interno que acabó con la formación de una especie de comisión deportiva en la que Luis Enrique nunca creyó. Se incorporó a Rexach, que siempre está dispuesto, y se fichó a Ariedo Braida, un veterano muy bien relacionado que estuvo en el sitio y momento oportuno para venir. El entrenador se vio debilitado con el adiós de Zubi, como él mismo se encargó de publicitar, pero los resultados le dieron la oportunidad de recuperar todo el poder perdido. Y con el triplete bajo el brazo, evidenció su distanciamiento con Braida y compañía fichando lo que él y sus personas de confianza decidieron obviando cualquier sugerencia interna.

Pasado el verano y las elecciones, Bartomeu movió pieza fichando a Robert Fernández, alguien que tiene el OK de Luis Enrique. Sin duda, un movimiento que contenta a un técnico al que dejaron solo ante el peligro a mitad de temporada. Pero con Robert en el club, la comisión deportiva ha pasado a mejor vida y los Braida y compañía se han quedado en el papel de floreros. El lío de la dirección deportiva quedará resuelto en las próximas horas y es probable que Braida, persona que sirvió para apagar fuegos a nivel de imagen, decida irse por donde vino sin haber hecho prácticamente nada. Al italiano no se le puede reprochar nada y nadie duda de sus contactos, pero si no le dan atribuciones lo mejor es que acepte una oferta en la que pueda mandar. Porque aquí manda Luis Enrique.