FUTBOLEANDO

El Bernabéu es un nido de nervios

Lluís Miguelsanz

VICTORIA CON CRISPACIÓN. El Real Madrid ganó, como era lógico, al Levante pero fue un triunfo agridulce. No por haber sufrido ante un rival muy inferior sino porque el Bernabéu se ha convertido en el peor aliado de los blancos. El equipo de Ancelotti decidió por calidad, pero volvió a firmar otro flojo partido, muy lejos de recuperar la autoestima necesaria para afrontar el clásico. Aun así, lo peor para el Madrid es que vive instalado en una crispación que va en aumento. Ayer dio la sensación de que el público estaba esperando algún fallo para liarla contra quien fuera. Y los jugadores, igual. Cristiano lleva meses desquiciado y ni se alegró del gol de un Bale que hizo un gesto de no querer escuchar al público y acabó pegando una patada de rabia contra una valla publicitaria. Un auténtico circo que define el momento emocional de un Madrid que tiene muy mala pinta.

Ancelotti debe saber que jugar ahora en el Bernabéu es peor que hacerlo fuera de casa. Por eso, echó mano de Sergio Ramos y Modric desde inicio y sentó a Iker Casillas, síntoma evidente del miedo que había a que se provocara un escándalo con el portero. Jugar así es complicado y, aún lo es más viendo el bajón físico que ha tenido este equipo. Porque el Madrid comenzó arrasando al Levante, pero acabó cediendo muchos metros. Si el rival hubiera sido de mayor entidad, seguro que habrían vuelto a sufrir... y, tal vez, a perder.

La temporada siempre da altibajos a los equipos. El Barça parece que se encuentra en su momento álgido y el Madrid en el más bajo. Nada está definido, pero si esa inercia continúa una semana más, este Madrid puede llevarse un correctivo del Camp Nou en el clásico. Físicamente y mentalmente están hundidos.