Alves: un error que no debe ir a más

Pacto de no agresión. El caso Alves ha explotado en el peor momento posible. La filtración de su adiós es una bomba de relojería que no interesa ni al protagonista, ni al Barça, inmersos en la lucha para conseguir un triplete histórico. Ese error irremediable debería gestionarse, a partir de ahora, con mucha mano izquierda sabiendo que el jugador está dolido y que el Barça no entiende que se vaya. Razones tendrán unos y otros para haber finiquitado las negociaciones, pero deben hacerse el menor daño posible teniendo en cuenta lo que hay en juego. El Barça poco más va a hablar y el futbolista tiene previsto despedirse el lunes en una multitudinaria rueda de prensa en la que pueden saltar chispas. Una lástima.

Lo que no se entiende es cómo se ha llegado hasta aquí cuando había un año más de contrato comprometido casi por las dos partes. Y cómo se ha tardado tanto en afrontar una negociación de libro. Seguramente, Alves ha sentido que el Barça ha esperado hasta última hora y que no han tenido más remedio que ofrecerle una renovación cuando han comprobado su excelente rendimiento, básico para conseguir el triplete. Otros clubs llevan meses tentándole porque nunca han dudado de su calidad. Lo cierto es que se va un futbolista fundamental. Un especialista que no tiene sustituto y, ahora, deberán fichar y jugársela por lo desconocido. Quizás, esta jugada acabará saliendo más cara.