La otra campaña contra Messi

En Madrid le tienen ganas a Messi. Siempre se las han tenido. La caverna mediática utiliza reiteradamente la figura del crack argentino para intentar desestabilizar al Barça. Y muchas veces lo consigue. Pero esta vez, no ha habido campaña contra Messi. Ha sido el propio Leo el que ha desatado la caja de los truenos con sus declaraciones en el diario 'Olé'. Ha sido el propio Messi quien ha cuestionado su futuro blaugrana.

Hay tres claves para entender la situación de Messi. La primera es su poca (nula) relación con la actual junta directiva. La seguda, sus problemas con Hacienda. Y la tercera, su escasa confianza en el actual proyecto deportivo. Dicho esto, Messi quiere seguir en el Barça. Por cariño y por convicción. Siempre y cuando no le inviten a marcharse, como parece que está suceciendo en estos momentos.

El problema de Messi es que habla poco. Y lo poco que habla lo hace en Argentina. Y se interpretan sus palabras. Si yo pudiera aconsejar personalmente a Messi le diría que montara una gran rueda de prensa en Barcelona para explicar realmente cuál es su situación. Si se siente querido y protegido por la directiva. Si quiere acabar su carrera deportiva en el Barça. Si tiene alguna queja de los socios, los aficionados o los medios de comunicación.

Una entrevista a un periódico argentino o unas declaraciones de su padre no son la mejor solución. Messi debe dar la cara porque todo el barcelonismo está pendiente de sus palabras. No podemos seguir interpretando lo que dice o piensa Messi. No podemos valorar lo que siente a través de las frases de su amigo Mascherano. Eso le hace daño al futbolista y, por supuesto, al Barça.