La noche que Luis Suárez calló muchas bocas

Luis Suárez calló muchas bocas. Calló las bocas de todos aquellos que criticaban su fichaje por más de 80 millones de euros. Calló las bocas de todos aquellos que consideraban que no era un futbolista para el Barça. Calló las bocas de todos aquellos que empezaban a dudar de su capacidad goleadora. Y lo hizo de la mejor manera posible: con un 'doblete' en la Champions en el campo del Manchester City. Dos goles de auténtico 'killer' que pueden valer la clasificación para los cuartos de final...

Un depredador del área. Suárez dejó claro que su posición es la de delantero centro. Que no tiene que jugar por las bandas. Con Messi un poco más retrasado y escorado a la derecha, el delantero uruguayo encontró su espacio dentro del área. Y allí es letal. Los dos goles que marcó fueron de auténtico 'depredador', de '9' puro. Y demostró que este Barça también puede jugar (y ganar) con un '9' tradicional.

Genial primera parte, pésima segunda. Suárez fue decisivo en el triunfo del Barça. Un triunfo que se forjó en una extraordinaria primera mitad, en la que Messi fue el auténtico director de orquesta. Mandó, jugó, hizo jugar y solo le faltó marcar. Nada que ver con lo que sucedió en el segundo periodo. El Barça salió 'dormido' y dejó que el Kun marcara el 1-2. Messi pudo sentenciar con un penalty que 'fabricó en los segundos finales. Pero falló el lanzamiento. Lástima. Eliminatoria encarrilada pero no decidida.