MINUTO 91

Monumento en La Catedral

Lluís Mascaró

CLAVE 1: GRAN HOMENAJE AL FÚTBOL DE DOS EQUIPOS VALIENTES

Fue un homenaje al fútbol. Un homenaje al fútbol total, al fútbol trepidante. Un partido disputado con la máxima intensidad, a un ritmo vertiginoso. Un partido acelerado, de ida y vuelta, con todas las esencias de la Premier. Incluída la lluvia. Con dos equipos descaradamente ofensivos, lanzados al ataque, en busca del gol. Sin miedo. Sin tácticas destructivas. Con una primera parte memorable (1-1), que nos ofreció el mayor espectáculo de la temporada en la Liga. Y con un segundo tiempo marcado por el diluvio, que convirtió el terreno de juego en una piscina imposible. El Athletic y el Barça plantearon un duelo de titanes en San Mamés, un duelo que mereció tener dos triunfadores, pero que acabó con empate entre el conjunto de Bielsa y el de Guardiola. Dos maestros que ayer dieron su personal lección.

CLAVE 2: EL PARTIDAZO DE CESC MERECIÓ MÁS RECOMPENSA

Con el guión planteado en San Mamés, Cesc se erigió en el gran protagonista. Era el escenario ideal para que el futbolista blaugrana desplegara todo su recital de virtudes, que van mucho más allá del `tiqui-taca¿. La presencia imperial de Cesc, con un despliegue físico impresionante, permitió contemplar otra versión del centrocampista de Arenys. Una versión más próxima al estilo inglés que el canterano asumió como propio durante su larga trayectoria en el Arsenal. Cesc no es solo el mejor socio de Messi. Cesc no es solo el complemento/sustituto ideal de Xavi e Iniesta. Cesc es un jugador con personalidad propia, con discurso dentro y fuera del campo. Un futuro capitán que, además, también es un excelente goleador. Su tremendo partido de anoche mereció una mayor recompensa.

CLAVE 3: MESSI EVITÓ UNA DERROTA INJUSTA CON GOL AGÓNICO

En esta Liga de dos, un empate es una derrota. Siempre lo he dicho. Y no voy a cambiar mi argumento después del 2-2 de anoche en San Mamés. Pero es verdad que hay empates que tienen sabor a triunfo, aunque no lo sean. Con eso me quedo del duelo épico entre Athletic y el Barça. Es verdad que el Madrid es ahora más líder de la Liga (tiene 3 puntos de ventaja sobre los blaugrana), pero no es menos cierto que el mensaje que envió ayer el equipo de Guardiola es que será casi imposible ganarle esta temporada. Sobre todo teniendo a un futbolista en estado de gracia como Messi, que ayer logró su séptimo gol después de haber superado su supuesta crisis. Un gol agónico que evitó una derrota que hubiera sido injusta en un partido en el que no se le puede reprochar nada al Barça.