OPINIÓN EXPRÉS

Messi metió miedo al City de Guardiola en solo tres minutos

Messi salió en la segunda parte y tuvo suficiente con tres toques de balón para demostrar su talento

Lluís Mascaró

Luis Enrique sigue empeñado en protagonizar ataques de entrenador. En esta ocasión, afortunadamente, la debilidad del Deportivo y el acierto (y la fortuna) de Rafinha impidieron que los inventos del técnico asturiano tuvieran consecuencias negativas para el FC Barcelona. Y es que el empeño de Luis Enrique por mantener castigado a Aleix Vidal provocó que tuviera que improvisar una alineación sin lateral derecho y con una defensa de tres centrales, con dos carrileros, <strong>Arda Turan</strong> y <strong>Digne</strong>. Un equipo que, seguro, no tendrá nada que ver con el que juegue el próximo miércoles ante el Manchester City.

El Barça jugó mal. Porque no jugó como el Barça. Sin Iniesta (segundo partido consecutivo sin jugar por culpa de las 'rotaciones') y sin Messi (que salió en la segunda parte), el fútbol brilló por su ausencia. Aunque solo con el empeño de <strong>Rafinha</strong>, que logró un afortunado doblete, y de Luis Suárez (autor de un gol, de una asistencia y de un disparo al palo) fue suficiente para superar a un Deportivo que se entregó totalmente tras el 2-0. Sin embargo, este Barça tan gris, tan desconocido, tendría pocas opciones ante el Manchester City. Pero es que el miércoles será, por supuesto, otra cosa.

De entrada, jugarán Iniesta Messi. Y con ellos, el Barça es otro Barça. Messi lo ha demostrado este sábado. Salió al campo en el minuto 55. Y solo tres minutos depués, en el tercer balón que tocaba, marcó el 4-0. El crack argentino entró para recuperar el ritmo de competición tras 25 días alejado de los terrenos de juego por culpa de su lesión muscular. Tuvo suficiente con esos tres minutos y esos tres toques para evidenciar, una vez más, que un poco de Messi es mucho. Muchísimo. Y que su talento resulta imprescindible para el Barça. Y también tuvo suficiente, con esos tres minutos, para meterle el miedo en el cuerpo al City. Y a Pep Guardiola. Un City que, por cierto, volvió a pinchar en casa ante el Everton (1-1).

Superado el trámite ante el Deportivo, el Barça respira un poco más en la Liga. Después de haber perdido 8 puntos, era obligado ganar sí o sí a los gallegos en el Camp Nou. Dicho y hecho. Ahora toca pensar en el Manchester City. Una auténtica prueba de fuego para conocer el estado anímico y futbolístico de este Barça 3.0 que está forjando Luis Enrique.