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Messi y las grandes emociones

Messi y su apuesta de fútbol

Messi y su apuesta de fútbol

Lluís Mascaró

Las grandes emociones hay que compartirlas. Una comida deliciosa en el Maricel de Sitges. Una desgarradora aria de La Traviata. Una jornada de carcajadas con tu hija. Una caricia de tu mujer. Una promesa de buen fútbol de Messi... La vida, al fin y al cabo, son emociones. Buenas y malas. Sonrisas y lágrimas. El Barça, el mejor Barça de la historia, nos ha puesto en más de una ocasión la piel de gallina. Nos ha hecho levantarnos de nuestro asiento. Para aplaudir a rabiar. Para abrazarnos a nuestro compañero de asiento. Para expiar nuestra emoción de la forma más alocada posible. El fútbol, el buen fútbol, transmite esas sensaciones primitivas que nos trasladan a lugares remotos de nuestra memoria, en los que solo existe la felicidad primaria. El fútbol, el gran fútbol de élite, es un negocio. Ya lo sé. Pero el romanticismo sigue siendo el motor que mueve a millones de aficionados de todo el planeta. Socios y seguidores que no saben de marketing ni de espónsors. Que abominan de planes de negocios y de cuentas de resultados. Aficionados que lloran con las victorias y se consuelan en las derrotas. Aficionados que viven tan intensamente su amor que da miedo. Pero no hay que temerle al amor. Hay que disfrutarlo. Exprimirlo.

MESSI AMA EL FÚTBOL

 Por encima de todas las cosas. Por eso ha regresado una semana antes de sus vacaciones. Porque quiere volver a sentir esa emoción que le provoca su pasión por el balón. Más allá de todos los problemas deportivos (con Argentina) y personales (con Hacienda) que ha sufrido en los últimos meses, Messi ha demostrado que el amor lo puede todo. En su caso, la pasión por su profesión que, al mismo tiempo, es la pasión por su gran placer. Leo disfruta con lo que hace. Y transmite esa emoción a los aficionados. Acortar sus vacaciones no es postureo. No es una manera de quedar bien. No es un gesto de cara la galería. Messi no pretende acaparar portadas. Ni sumar elogios. Messi hace solo lo que le emociona. Lo que le gusta. Lo que le da vida. Y hay que agradecérselo. Y tomar ejemplo.