Guardiolistas y antiguardiolistas

El debate sobre el ‘guardiolismo’ se ha reabierto, de forma virulenta, tras la eliminación del Bayern en la Champions. Y no se ha reabierto solo en el madridismo, el enemigo histórico de Guardiola, sino también entre el barcelonismo. Los ‘anti’ han aprovechado el KO para asociar a Pep la palabra fracaso. Y los ‘pro’ han saltado en su defensa sin importarles el resultado. Los genios siempre generan controversia. Y Guardiola lo es. Como lo fue Cruyff. Y los éxitos (y los fracasos) de los genios son aprovechados por partidarios y detractores para la adulación o el escarnio. En este caso, ha habido de todo un poco.

Hay quien se ha ensañado con Pep porque no ha conseguido en el Bayern los éxitos que cosechó en el Barça. Cuando todos sabíamos, los ‘anti’ también, que era imposible que lo lograra. Básicamente porque no tenía los jugadores para hacerlo. Y hay quien ha intentado proteger a Guardiola pese a que la realidad sea tozuda: no ha logrado llegar a ninguna final de la Champions con los bávaros. Ni unos ni otros, por supuesto, están en posesión de la verdad absoluta. Porque Guardiola ha sido el mejor entrenador de la historia del Barça. Pero porque pudo contar con jugadores irrepetibles como Valdés, Puyol, Piqué, Busquets, Xavi, Iniesta, Messi...

Guardiola ha ganado tres Ligas seguidas con el Bayern. Fácil, dirán los ‘anti’, porque la Bundesliga solo la juega uno. Difícil, dirán los ‘pro’, porque sus victorias se han basado en un estilo futbolístico estéticamente irreprochable. Ahora se enfrenta a un reto mucho mayor en el Manchester City, un equipo que, como vimos en las semifinales de la Champions ante el Madrid, está en fase de ‘despojo’. Guardiola podrá hacer en el City la misma revolución que hizo en el Barça y que no pudo acometer en el Bayern. Podrá cambiar media plantilla y hacer resurgir de la nada a un conjunto que en el Bernabéu parecía un alma en pena. Un reto atractivo, por supuesto. Fácil, dirán los ‘anti’. Difícil, dirán los ‘pro’. Veremos quién tiene razón...