¡Gracias Cristiano! Has hecho más grande a Messi

El pasado 12 de enero, sentado en el Palacio de Congresos de Zurich, Messi tomó una decisión. Después de escuchar el estúpido alarido que había lanzado Cristiano Ronaldo desde el escenario, tras recibir su tercer Balón de Oro, el crack blaugrana dijo basta. Solo faltó que el portugués le lanzara un reto: "Quiero convertirme en uno de los mejores jugadores de todos los tiempos. !Espero alcanzar a Messi!".

En ese instante, Leo interiorizó como un mantra su gran objetivo: volver a ser el indiscutible número 1. Aparcó sus diferencias con Luis Enrique, se olvidó de todos los problemas (físicos, psicológicos y personales) que le habían perseguido durante el último año y medio y asumió como un reto que el Barça volviera a ser un equipo campeón. Porque Messi sabía (y sabe) que cuando gana el Barça, también gana Messi. Hoy, después de ser protagonista total y absoluto en el doblete de Liga y Copa, va a por la Champions. Quiere el triplete. Y su quinto Balón de Oro.

Durante demasiados meses, Messi tuvo que soportar que se le cuestionara. Tanto desde Madrid (circunstancia que, entendiendo la animosidad de la caverna mediática, podría entenderse como lógica) como desde Barcelona. Se llegó a decir y a escribir que estaba acabado. Y que había llegado el momento de venderlo. Acosado también por Hacienda y por todos los enemigos del Barça, Messi se hundió en la tristeza. Hasta que la provocación de Cristiano Ronaldo le hizo reaccionar.

Ahora nadie se atreve a dudar de su condición de mejor futbolista del mundo y, posiblemente, de la historia. Y no lo digo solo por el gol (brutal, espectacular, mágico, inenarrable...) que le marcó al Athletic en la final de la Copa. Lo digo por todo lo que ha hecho desde ese pasado 12 de enero. Y por todo lo que le queda por hacer. Porque Messi quiere ganar la Champions el próximo sábado en Berlín. Se ha empeñado en ganarla. Y la ganará...