El día que el Barça tiró 53 minutos de partido... pero supo remontar

El FC Barcelona fichó a Paco Alcácer para que fuera el suplente de Luis Suárez. Un suplente pagado a precio de oro: casi 40 millones de euros. Pero no lo fichó para que jugara junto a Suárez. Porque, salvando las distancias, son el mismo tipo de jugador. Son dos 'nueves' que no se complementan. No son socios naturales. Y eso se nota en el campo.

Luis Enrique tardó 53 minutos en darse cuenta de su error. El error que cometió al poner a Alcácer como titular junto a Suárez y retrasar a Neymar como media punta para jugar con un extraño 4-3-1-2. Durante estos 53 minutos, el Barça no fue el Barça. Se sintió incómodo. Perdió sus esencias. Y, aunque tuvo oportunidades para adelantarse en el marcador, fue incapaz de marcar un gol.

Al contrario que el Borussia, que ejerció una presión asfixiante sobre los centrocampistas que desconectó el motor blaugrana. Y aprovechó un error de Busquets (el hombre que no acostumbra a cometer errorres) para adelantarse en un contraataque.

Intentar remontar un partido en Alemania es una tarea muy compleja. Y más ante un equipo que lleva 11 victorias consecutivas en su estadio. El Barça lo intentó. Volviendo a sus orígenes. Con Rafinha en lugar de Alcácer. Y con Arda Turan en sustitución de un desdibujado Rakitic. Dos cambios antes de cumplirse la primera hora de partido. Una situación absolutamente inusual en los esquemas del técnico asturiano. Pero dos cambios obligados para buscar darle la vuelta a un encuentro que se había puesto muy cuesta arriba.

En esta ocasión, los cambios surgieron su efecto. Primero marcó Arda Turan. Un golazo. Y después Piqué. Con la ayuda del portero Sommer. Pero vale igual. Y el Barça logró una victoria muy trabajada en solo 37 minutos. Los 37 minutos en los que jugó como el Barça. Sin inventos. Sin modificaciones tácticas. Como siempre ha jugado. Y como siempre ha ganado.