El Barça supera el peligro de las rotaciones

Las rotaciones siempre son un peligro. Sobre todo si se efectúan 'a lo bestia', como las hace Luis Enrique. El entrenador del FC Barcelona cambió a más de medio equipo con respecto al partido de Champions contra la Roma. Exactamente seis jugadores nuevos: Alves (recuperado de su lesión), Bartra, Mascherano, Adriano, Munir y Sandro. Toda la defensa y los dos canteranos, que dieron descanso a Iniesta y Luis Suárez. Una apuesta muy arriesgada, habitual en el técnico asturiano en los primeros meses de temporada.

Afortunadamente, en esta ocasión le salió bien la revolución a Luis Enrique. Y aunque se sufrió en la primera parte (0-0 al descanso), cuando llegó el primer gol (obra de Bartra), el partido ya fue plácido para los blaugranas, que sumaron su cuarta victoria consecutiva en la Liga, reafirmando su liderato. Una vez más, Messi tiró del carro e incluso se reencontró con el gol en el lanzamiento de un penalti. Posteriormente lanzó a las nubes una segunda pena máxima. Y reabrió el debate sobre su eficacia en esta suerte... Aunque cerró el partido con un golazo con eslálom incluído. 

Quien no estuvo tan acertado fue Ter Stegen. Cometió un grave arror que acabó significando el gol del Levante. El joven portero blaugrana sigue sin transmitir seguridad. A diferencia de la pasada temporada, cuando estuvo brillante tanto en la Copa como en la Champions, esta campaña ha empezado con demasiadas dudas y encajando tantos absurdos. Debe mejorar. Y mucho. Claudio Bravo, en estos momentos lesionado, transmite mucha más tranquilidad al público... y a sus compañeros.