El Barça humilla a un Madrid ridículo

El Barça humilló al Madrid. Así de claro. El equipo blaugrana hizo una auténtica exhibición futbolística en el Bernabéu y se llevó un clásico que deja KO a Benítez y a sus jugadores. No hubo color. De principio a fin, el FC Barcelona se mostró infinitamente superior a los blancos, que rozaron el ridículo y fueron abucheados por su propio público. El 0-4 final aún puede considerarse un resultado corto, porque el conjunto de Luis Enrique tuvo oportunidades para conseguir una goleada de escándalo.

Messi se quedó de entrada en el banquillo. No hacía falta arriesgar. La superioridad del Barça, que ya se presumía antes de iniciarse el encuentro, se confirmó en los primeros minutos. Y se certificó con los goles de Luis Suárez (¡en una jugada en la que intervinieron 10 futbolistas, todos menos Bravo!) y Neymar antes de llegar al descanso. La pañolada que se llevaron los madridistas demostró la indignación de un público que no podía entender el baño que estaban recibiendo Cristiano, Bale, Benzema y compañía.

El Barça sentenció el clásico con el gol de Iniesta. Y Luis Enrique se permitió el lujo, tras el 0-3, de dar entrada a Messi. El FC Barcelona tenía la oportunidad de 'hacer sangre', de destrozar al Madrid y provocar la destitución inmediata de Rafa Benítez. Y siguió atacando. Y jugando a un fútbol maravilloso. Llegó el cuarto (el segundo de Luis Suárez) y no se logró la 'manita' de milagro. Aunque Piqué, que fue tremendamente pitado al inicio del encuentro, hizo todo lo posible para marcar el quinto. Estaba cachondo con el partido. Para él habría sido una gozada lograr el 0-5. Y para todos los culés, también.

El FC Barcelona está ahora a +6 en la Liga. Pero eso, realmente, es lo de menos. Lo importante es que volvió a dejar claro su enorme superioridad futbolística ante un Madrid que, a pesar de tener a todas sus estrellas en el campo, fue una auténtica caricatura de equipo. Un equipo que ha quedado tocado, muy tocado, por esta goleada. Tan tocado como su entrenador, que difícilmente podrá acabar la temporada si no da un cambio de rumbo radical. Rafa Benítez puede tener los días contados en el banquillo blanco.