¡Ahora somos del Bayern! Y del Manchester City...

Los culés solo tenemos un consuelo en esta Champions. Bueno, dos. El primero es que la gane el Bayern, que es lo más parecido al Barça. Por Pep Guardiola. Por Thiago. Y, sobre todo, por un fútbol que nos recuerda a la mejor versión blaugrana. El segundo es que no la gane el Real Madrid. La 'undécima' sería la peor pesadilla para cualquier barcelonista. Porque entonces el doblete (si acabamos ganando Liga y Copa) pasaría totalmente desapercibido. Sobre todo porque los altavoces mediáticos del madridismo se encargarían de amplificar el éxito blanco y minimizar los blaugranas.

Ambos consuelos, por supuesto, son consuelos pobres. Lo sé. Porque no hay consuelo posible para los culés ante el doloroso KO en la <strong>Champions</strong>. Por lo que supone y, especialmente, por la forma en la que se produjo. Y las consecuencias de la eliminación son imprevisibles. Veremos, en los próximos días, si la crisis futbolística en la que está inmersa el Barça es circunstancial o estructural. Si solo es un bajón físico y mental o una 'depresión' en toda la regla. Una 'depresión' que sería insoportable si viniera acompañada de la 'undécima'.

Por lo tanto, todos los culés esperamos que el Manchester City elimine al <strong>Real Madrid</strong> en las semifinales. Y, si no lo consigue, que el Bayern le gane la final. Tenemos dos opciones para consolar nuestra desesperación europea. Aunque, por el bien de nuestro corazones, cuanto antes queden fuera los blancos, mejor. Prefiero no tentar a la suerte. O a la mala suerte, en este caso...