El teatro de Mou contra el fútbol de Tito

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

El polémico Risto Mejide lo tiene claro: "Mourinho es un genio en el arte de molestar". No le quito razón. Porque si una cosa quedará del paso del técnico portugués por el Madrid será su teatralización de la realidad. Más allá de los títulos (pocos, una Copa y una Liga), Mourinho ha conseguido ser noticia por sus gestos y sus palabras. Por sus provocaciones, en definitiva. La última, salir al Bernabéu a las 21.20 para que el público le pitara. Mourinho, como siempre, hizo trampa. Porque sabía que a esa hora no habría casi nadie en el campo. Efectivamente, solo 3.000 aficionados que apostaron más por la indiferencia que por otra cosa. Como decía, Mourinho pasará a la historia del Madrid como el entrenador más impresentable de la historia. La antítesis de lo que, supuestamente, representan los valores del club blanco y que tan bien encarnó, en su momento, el ahora seleccionador Vicente del Bosque. Nadie recordará ni siquiera un partido brillante del Madrid de Mourinho. Porque es imposible. Nadie recordará una jugada excelente. Porque es imposible. Nadie recordará un gol maravilloso. Porque es imposible. En el recuerdo de todos, madridistas, culés, antimadridistas y lo que sea, solo quedarán sus bravuconadas, su mala educación y la imagen más patética de la historia del fútbol: su 'dedazo' al ojo de Tito Vilanova.

Nada que ver, por supuesto, con el legado del Barça. Primero el de Guardiola. Y ahora el de Tito. Porque el Barça de Guardiola dejó en herencia un estilo que Tito está intentando perfeccionar. Y lo está haciendo con éxito. De momento, ha conseguido firmar el mejor arranque de la historia de la Liga, con 13 victorias y 1 empate en 14 partidos. Le lleva 6 puntos de ventaja al segundo clasificado, el Atlético. Y 11 al tercero, el Madrid. El título no se puede escapar si no se regala. Pero más allá de los números, a los que siempre se agarra Mourinho, están las sensaciones, el mensaje. Y aquí el Barça golea todavía más al Madrid del portugués. La excelencia futbolística del equipo de Tito ha alcanzado su máxima expresión con el cuarteto formado por Xavi, Cesc, Iniesta y Messi. Estos cuatro 'bajitos' juntos han convertido el fútbol en arte. Aunque al Barça le costó un poco arrancar, ahora ofrece recitales en todos y cada uno de sus encuentros, En Moscú, ante el Levante y contra el Athletic, el Barça nos brindó un espectáculo que jamás estará al alcance de la vulgaridad del Madrid.

Como ya he dicho muchas veces, Mourinho podrá ganar muchos títulos. En el Oporto, en el Chelsea, en el Inter, en el Madrid o donde sea. Pero eso tiene un valor relativo. Lo importante, lo que de verdad deja impronta y pasa a la historia, es ser diferente, ser especial. Y él no lo es. De 'Special One', como le gusta autoproclamarse, solo tiene algunos números, simples datos. El único 'Special' es el Barça. El de Guardiola. Y el de Tito.