La estrategia indeseable de Mourinho

Mourinho se ha convertido en un personaje indeseable. Por sus actitudes y por sus declaraciones. Entiende el fútbol como una provocación y utiliza la crispación como estrategia. La verdad es que este 'modelo', si puede llamarse de alguna manera, le ha funcionado durante dos años. Sacó al Madrid de la miseria y le ganó al mejor Barça de la historia una Copa (2011) y una Liga (2012). Pero la estrategia se ha agotado. Por peligrosa y reiterativa. Ya nadie se cree a Mourinho. Ni siquiera los 'mourinhistas'. Mourinho ya no convence con su discurso entre ofensivo y victimista. Porque el argumento siempre es el mismo: yo soy el bueno y todos los demás son malos y me odian. El madridismo ya se ha dado cuenta de que el mundo no está contra Mourinho. Al contrario...

Sus manifestaciones tras el empate ante el Manchester City solo sirven para recordar que Mourinho tira de chulería y cinismo cuando se queda sin argumentos futbolísticos. El Madrid estuvo al borde del KO en la Champions y a Mourinho solo se le ocurrió atizarle, otra vez, al árbitro, a la UEFA y, de paso, al Barça. Sin nombrarle, claro. Porque si una cosa tiene Mourinho es que es cobarde... Lo que decía: ni un ápice de autocrítica, ni un replanteamiento del fracaso táctico, ni un reconocimiento de culpa... Nada. Como siempre. Los malos, que me tienen manía.

A Mourinho se le agota el tiempo en el Madrid. El madridismo está cansado de tanta crispación. Y Florentino Pérez ha dicho basta. Pase lo que pase, Mourinho no seguirá la próxima temporada en el banquillo del Bernabéu.