Neymar ya manda en el vestuario del PSG

Neymar es un ciclón que arrasa con todo dentro y fuera del campo. Este sábado el PSG jugará en Montpellier y la expectación alrededor del partido es de tal calibre que los dirigentes del MHSC se han visto desbordados por demandas de todo tipo.

Sin embargo, la noticia estalló este viernes, cuando Emery decidió dejarle fuera de la convocatoria... Abriéndose otro frente mediático con la pregunta de si su ausencia sería un castigo por su fiesta en Londres o una simple precaución de cara al partido de Champions frente al Bayern.

Y es que todo alrededor de Neymar se convierte en noticia de primer nivel en un país, Francia, que ha convertido el fútbol en asunto destacado. Más de lo que nunca lo había sido en el pasado.

Ney pidió perdón... A su manera pero Cavani se sabe ya derrotado en París

Su guerra con Cavani ha sido un paso más en el show. Si en el seno del PSG existe preocupación y Unai Emery está de los nervios, la Francia futbolística se relame los dedos ante un impacto mediático que ya supera a la presencia de Ibrahimovic y deja en nada la breve pero aprovechada en su día de Beckham.

Ney ha roto todos los esquemas y en el Parque de los Príncipes se tiene asumido que su poder es absoluto. Tal es así que su imagen, lamentable, durante el partido frente al Olympique de Lyon no mereció ninguna reprimenda de Nasser Al-Khelaifi, quien simplemente trasladó al vestuario, al entrenador y al Director Deportivo la necesidad de apagar el incendio... Sin que el brasileño saliera perjudicado.

El uruguayo entiende que no tiene nada que hacer ante el clan brasileño

Lo que se ha dado por llamar paz ficticia en el vestuario del PSG se mantiene y mantendrá mientras Neymar quiera. El brasileño reunió, atendiendo a la súplica del presidente, a toda la plantilla el miércoles en el vestuario y a través de Thiago Silva pidió perdón... A su manera.

Después hubo la cena, la salida de tono de Dani Alves y la duda acerca de qué pasará en el futuro inmediato. Lo que no ofrece dudas es que Neymar ha dejado a Cavani apartado en un rincón del vestuario, solo y sin apoyos en una plantilla sometida al poder brasileño.