Los Ultras Sur 'mandan' en el Bernabéu

El poder del miedo en el Madrid

Mourinho continúa con su cruzada personal contra la afición blanca a la que reprocha su falta de apoyo

Alejandro Alcázar

Mourinho ha iniciado una cruzada personal que choca con la cultura del aficionado madridista que acude al Santiago Bernabéu. El portugués equivoca el camino cuando aplaude al sector duro de la afición por ser el único que, bajo su opinión, apoya con sus cánticos al equipo. Antes del partido ante el CSKA, el Madrid editó un vídeo en el que Casillas pedía a la afición que fuese sus manos; Xabi Alonso, sus pies; Marcelo, su magia; Higuaín, su alma y Pepe, que jugasen con ellos. Había temor a que los rusos dieran la campanada, y Mou consideraba que la afición sería un plus a su favor que amendrataría el ánimo del CSKA.

El portugués esperaba que 72.000 gargantas se desgañitaran y llevaran en volandas a sus jugadores, pero se encontró con un grada de platea, de teatro, donde se escuchó más a los 3.000 rusos apoyando a su equipo que a los 72.000 madridistas. Una afición que suele acudir al Santiago Bernabéu, sobre todo en partidos de Champions League, armada de su cámara de fotos con la que asegurarse un recuerdo. Una afición que acude a disfrutar y esperar a que el equipo guíe su ánimo con fútbol, espectáculo y goles. Un efecto cultural que sucede desde los tiempos de los tiempos y que solo cambia cuando se precisa de una hazaña en forma de remontada. Y ante el CSKA, no era el caso.

Pero Mou no lo quiere ver y volvió a protagonizar su show al que acompañó con palabras tras el partido: “No critico ni comento el apoyo o no de la grada. Lo hemos pedido y lo continuaremos haciendo, pero no quiero criticar después. Hemos sentido el apoyo de un grupito detrás de la portería. Es bonito y educado agradecerlo...”, dijo y luego hizo el reproche: “Hemos sentido que nos pitaban y que un grupo detrás de la portería nos ha apoyado siempre...”. En el club no ha gustado que Mou pisara el césped y lo recorriera para dirigirse a uno de los fondos del campo y aplaudir a los Ultras Sur.

Por otra parte, hoy se sortearán los emparejamientos de los cuartos de final de la Champions. Siete rivales pero solo uno al que los blancos no quieren ver ni en pintura, el Barcelona. Aunque de puertas hacia afuera dicen que da lo mismo, en el vestuario no quieren a los azulgrana hasta la final. Piensan que es más fácil ganarles a un partido que a dos.

Los antecedentes ante el equipo de Guardiola han sido negativos: dos eliminatorias perdidas de dos disputadas. Hay temor a que el bombo les vuelva a cruzar ya sea en cuartos o en las semifinales, reeditando la de hace un año, y que volvería a provocar tres clásicos en apenas 15 días. “Si ellos avanzan y nosotros mantenemos la seriedad y seguimos haciendo las cosas bien podría haber una final entre ambos. Pero si nos toca antes, en cuartos, no habrá ningún problema”, decía Sergio Ramos, el segundo capitán, tras eliminar al CSKA.

Los madridistas quieren evitar al Barcelona a toca costa. Saben que en los diez partidos con Guardiola y Mourinho en los banquillos, han perdido cinco, empatado cuatro y ganado uno, en la final de la Copa del Rey. De esos diez enfrentamientos, cuatro fueron en eliminatoria. En semifinales del año pasado, el Barça ganó 0-2 en el Bernabéu y empató a uno en el Nou Camp. Y en la Copa del Rey de este año, perdieron 1-2 en la ida jugada en Madrid y empataron a dos en Barcelona. Unos antecedentes que el Madrid teme, de ahí que prefieran evitar hoy a los azulgrana en el sorteo de Champions.