Siguen sin castigar su dureza

Pepe y Ramos tienen barra libre

Los dos centrales del Real Madrid tienen bula para campar a sus anchas en todos los campos de la Liga

X. Canals

Lo de Sergio Ramos y Pepe empieza a ser digno de estudio. Desde el aparato mediático de la 'casa blanca' los presentan como la mejor pareja de centrales del mundo. La realidad es bien distinta. El andaluz debería jugar la mitad de los partidos por la dureza indiscriminada con la que se emplea cada vez que disputa un balón con un rival. El luso debería estar fuera del deporte directamente. El caso es que los dos 'matones' blancos actúan con total impunidad, lo que facilita extraordinariamente su tarea.

Sin ir más lejos, a Sergio Ramos le perdonaron en Vallecas la quinta expulsión en lo que llevamos de Liga. En la jornada ocho, coincidiendo con la visita del Betis al Bernabéu, lesionó al joven Vadillo, tras una entrada en el banderín de córner que no mereció ni amarilla. En la 16, ante el Barça, hizo varias entradas de roja sobre Messi y acabó sobre el campo. En la 18, ante el Granada, propinó un puñetazo a Nyom. Evidentemente no vio ni amarilla. Y en la uno, frente al Athletic, propinó un pisotón a Ibai Gómez que debió ser penalti y, por lo menos, la segunda amarilla. Ni una cosa ni la otra, como ayer.

El andaluz juega bajo la protección de los arbitrajes y su figura se acrecenta ante sus rivales. Pero lo de Pepe es aún más grave. El portugués agrede a sus oponentes cada vez que entra a la disputa de un balón. Ayer le tocó el turno a Piti, que probó los tacos del madridista cuando solo se llevaban disputados doce minutos.

Pepe, baja ante el Espanyol

Pepe no fue amonestado y solo vio la cartulina amarilla en el descuento, después de todo un recital de faltas. Una cartulina que, por cierto, le impedirá alinearse el próximo fin de semana ante el Espanyol.

Pero no es la primera vez que el central blanco pisotea a un rival esta temporada. Sin remontarse a la 'cafrada¿ cometida sobre Javi Casquero, en su primera temporada, solo hay que rascar un poco en lo ocurrido durante el actual ejercicio para encontrar otras dos agresiones de este estilo del luso. La primera, en el campo del Levante, en la cuarta jornada, donde la víctima fue Xavi Torres. La más espectacular fue en la ida de la Copa ante el Barça y su objetivo fue lógicamente Messi.