Mourinho, 'el valiente'

El técnico quedará liberado de su compromiso si Florentino Pérez pierde las elecciones en 2013

Francesc J. Gimeno

José Mourinho no es tan valiente ni está tan seguro de sí mismo como trata de aparentar siempre. El duro combate que ha mantenido durante las dos últimas temporadas con Pep Guardiola le ha dejado muchas cicatrices que ha intentado ocultar bajo una gran capa de soberbia.

La realidad es que el entrenador portugués sólo se atrevió a aceptar el ofrecimiento del club madridista de ampliar su contrato tras tener la certeza de que Pep Guardiola no iba a continuar en el Camp Nou. Y eso sucedió el pasado 27 de abril, cuando el técnico catalán hizo pública su intención de dejar el Barça.

Aquel día Mourinho siguió con una sonrisa de oreja a oreja las noticias que llegaban de Barcelona. La confirmación de que Guardiola se iba le hizo respirar aliviado, porque interpretó ese acontecimiento como una liberación.

El adiós de Pep significaba, a ojos del portugués, el final de su larga y exitosa etapa, y, por tanto, el ansiado final de ciclo que el madridismo viene deseando desde hace cuatro años.

Florentino Pérez, presidente madridista, le había fichado precisamente para acabar de una vez por todas con el dominio blaugrana, y Mourinho entiende que sin Guardiola, se acaba la pesadilla que ha supuesto para él verse superado una y otra vez por el equipo blaugrana.

Para Mourinho han sido dos años repletos de frustraciones, que sólo ha podido calmar ganando la Copa la pasada temporada y la Liga. Tantos fracasos le hicieron plantearse muy seriamente la conveniencia de abandonar el Bernabéu a final de la presente temporada, dos años antes de lo que estipulaba el contrato que firmó en su día.

Harto de verse superado en el campo por Guardiola ¿la derrota en el partido de ida de la Copa le marcó profundamente¿, el entrenador madridista tiró la toalla y empezó a filtrar a la prensa que no pensaba continuar en el Madrid.

No contaba entonces Mourinho con que iba a conquistar la Liga ni con el adiós de Pep Guardiola. Ambas circunstancias han cambiado el panorama de forma radical.

Asegurado el título de Liga, el club madridista planteó al portugués la posibilidad de prorrogar su compromiso, pese a que todavía le quedaban dos años más. La directiva madridista también ha recibido la marcha de Guardiola con la sensación de que pone punto y final al ciclo victorioso del Barça. Y por eso rápidamente se ha echado en brazos de Mourinho. Florentino Pérez ha apostado ciegamente por la continuidad del portugués y su controvertido modelo.

El nuevo contrato que ha rubricado el técnico madridista incluye una serie de cláusulas que permiten que ambas partes lo rescindan de forma unilateral. Será muy difícil que Mourinho lo cumpla en su totalidad, sobre todo conociendo su carácter y los precedentes. Según desvelaba ayer `Ecodiario¿, una de las opciones que están contempladas en el nuevo documento es que la Federación Portuguesa le presente una oferta para hacerse cargo de la selección de su país.

En ese caso, la cláusula de rescisión ¿hasta ahora ascendía a 20 millones de euros¿ se vería reducida considerablemente. La puerta se abriría un poco más incluso si esa propuesta llegase una vez concluido el Mundial de Brasil en el 2014.

Mourinho también quedaría liberado de su compromiso con el club madridista si Florentino Pérez perdiera las elecciones a la presidencia que deben celebrarse dentro de un año. En ese caso, el técnico portugués tendría total libertad para abandonar el club, y la nueva directiva también podría relevarle sin ningún condicionante.

Otra de las alternativas se basaría en que el Manchester United llamase a la puerta de Mourinho. El técnico nunca ha escondido su ambición de convertirse en el próximo entrenador del club inglés una vez Alex Ferguson decida jubilarse. En ese caso, la carta de libertad del portugués también sufriría una significativa reducción.