Callejón, Granero y Albiol son las últimas víctimas del portugués

Mourinho, destructor de españoles

Desde que aterrizó en el banquillo madridista Mourinho sólo ha confiado en el producto de importación. Siente animadversión por los jugadores nacionales, como demuestra su trayectoria en el Bernabéu

A. Alcázar

Al entrenador madridista, José Mourinho, no le gustan los jugadores españoles. Sólo hay que repasar su trayectoria desde que aterrizó en el banquillo del Santiago Bernabéu. Tolera por obligación a los pesos pesados, caso de Casillas, Sergio Ramos o Xabi Alonso, pero se encarniza con aquellos que menos peso específico tienen. Pedro León y Sergio Canales lo sufrieron en sus carnes la pasada temporada y ahora las víctimas del portugués son Albiol, Granero y el recién llegado Callejón. Mourinho se ha convertido en un devorador de españoles.

Mourinho se ha caracterizado hasta ahora por preferir el material importado, preferentemente de Portugal, Alemania y Turquía, que el producto nacional. Ni siquiera le llaman la atención los jóvenes valores de la cantera madridista, por mucho que de vez en cuando conceda los minutos de la basura a algún jugador del filial para quedar bien con la prensa, la afición y Florentino Pérez, presidente madridista.

Nadie conoce por ahora los motivos de esa animadversión declarada a los jugadores españoles, pero en el tiempo que lleva en el Madrid Mourinho ha tenido problemas con todos. Nadie se ha salvado de su cólera.

Los que peor lo pasaron fueron, sin duda, Pedro León y Canales. Llegaron con la vitola de grandes promesas, pero Mourinho se encargó muy pronto de dejarles claro que no iban a tener ningún protagonismo. Al murciano le humilló públicamente durante una rueda de prensa y posteriormente le impidió irse cedido al Chelsea, pese a que no tenía ninguna intención de darle minutos. Canales también acabó harto del técnico y se marchó cedido al Valencia el pasado verano después de un largo año de ostracismo.

Las cosas no han cambiado esta temporada, aunque las víctimas del portugués son ahora Granero, Callejón y Albiol. El caso más cruel es el del centrocampista madrileño, que se ha tenido que conformar con jugar siete minutos en la Liga, repartidos en dos partidos, desde que empezó la temporada. Mourinho no cuenta ni cree en él, pese a que le consideraba su amigo, y encima se muestra contrario a que pueda irse cedido en el próximo mercado de invierno.

Callejón dijo en su día que no permitiría que le ocurriese lo mismo que a Canales y Pedro León, pero es muy posible que al final se tenga que tragar esas palabras. De momento, el entrenador madridista le está ninguneando pese a que hace sólo unos meses diera el visto bueno a su fichaje previo pago al Espanyol de cinco millones de euros. Su presencia en el equipo está siendo testimonial, con 118 minutos en la Liga y otros 7 minutos en la Champions.

Otra de las víctimas de Mourinho es Albiol. Con Manuel Pellegrini fue un fijo en las alineaciones, pero la temporada pasada sólo jugó trece partidos como titular en la Liga y otros cinco en la Champions, mientras que en la actual suma los mismos minutos en el campeonato que el recién llegado Varane (180), lo que confirma su regresión.