Mestalla quiere venganza ante el Madrid

Los partidos ante el Madrid son siempre de alta tensión, pero hoy más porque no olvidan el 3-6 del año pasado

A. Alcázar

Los Valencia-Madrid, o viceversa, son siempre partidos de alta tensión. La tirria que los valencianistas procesan al equipo capitalino aparece a la vuelta de cada frase, de cada comentario, de cada acción institucional que se organiza cuando enfrente está el `odiado¿ equipo blanco.

Hace un par de años se adjudicó al `Frente Galáctico Sentimiento Merengue¿ el secuestro del entrañable utillero valencianista Españeta; el año pasado, un patrocinador enfundó a los jugadores con camisetas serigrafiadas con las 100 mejores frases de la afición contra el Real Madrid, y esta temporada, ha tirado de la senyera valenciana para sacar a relucir el orgullo che y vengar el doloroso 3-6 de la temporada pasada, así como empapelar el túnel de salida al campo de imágenes míticas que recuerdan los mejores momentos de la historia deportiva del club.

El valencianismo no olvida el duro correctivo recibido por los blancos el año pasado. No se atreven a utilizar la palabra venganza por respeto a un rival que llega pletórico, pero en el fuero interno del vestuario existe un fuerte sentimiento de venganza. El objetivo es enterrar aquel humillante resultado que aún hoy impregna el ambiente.

Los de Emery saben que si ganan, además de limpiar su nombre, frenarán el ímpetu de un Real Madrid que se gusta, gusta y golea. Sería dar un espaldarazo a su trayectoria liguera, conscientes de que el enfrentamiento llega en el mejor momento para cortarle las alas a los blancos.

Aquel 3-6 hace que respeten a un Madrid que además llega con estadísticas que asustan: diez victorias consecutivas, líderes en la Liga, firmes en Europa y borrachos de euforia. Ganar sería dar un golpe en la mesa y decir que la Liga no es un monopolio de blancos y azulgrana. Que el Valencia también cuenta, porque una victoria les dejaría a un punto de blancos y azulgrana si éstos derrotan al Zaragoza dos horas antes. Ya no sería una Liga de dos sino de tres.

El Valencia llega con cuatro bajas importantes: Banega, Canales, Maduro y Ricardo Costa. Emery espera que sus jugadores ofrezcan las mismas prestaciones mostradas hasta ahora en la competición doméstica. Confía en esa banda izquierda formada por Jordi Alba y Mathieu; en sus centrales Rami y Víctor Ruiz; el en trabajo de sus medios centros Albelda y Tino Costa y en la pegada de Jonás, Feghouli y, sobre todo, de Roberto Soldado.

Mourinho afronta la baja de Kaká con naturalidad, al recuperar a Marcelo y tener a Altintop, Ozil y Cristiano en condiciones, tras jugar con sus selecciones, para no romper el bloque. Sobre el papel el turco puede tener una oportunidad para jugar por la derecha, aunque lo más normal es que sea Callejón el sustituto del lesionado Di María.