El protagonista de la jornada

Kanouté, la leyenda viva del Sevilla, se despidió marcando

Kanouté dijo adiós al Sevilla tras siete temporadas, 273 partidos, 137 goles y seis títulos

SPORT.es

Frederic Kanouté puso anoche fin a siete temporadas como futbolista del Sevilla convertido en una leyenda viva del club hispalense. Y lo hizo con lo mejor que ha sabido hacer a lo largo de su carrera, marcando. El final que merecía. El malí llegó la temporada 05-06 para formar parte del equipo más exitoso de la historia nervionense. Kanouté se va con 273 partidos, 137 goles y seis títulos en su zurrón, dos Copas de la UEFA, dos Copas del Rey, una Supercopa de Europa y otra de España. El delantero, además, tiene el honor de ser el futbolista extranjero que más veces ha vestido la camiseta rojiblanca, por delante de Renato, con el que compartió todos estos éxitos.

Kanouté ha hecho un esfuerzo descomunal por jugar unos minutos en el último partido en el Sánchez Pizjuán. El delantero se rompió el bíceps femoral en San Mamés, hace un mes, pero ha trabajado a destajo para poder despedirse de la que ha sido su afición estos últimos siete años. El malí quería hacerlo desde el terreno de juego, donde se ha ganado el respeto de todo el sevillismo, y Míchel le dio la oportunidad. El feudo hispalense se vino abajo. Y no es para menos.

Kanouté ha sido una de las piezas clave del mejor Sevilla de la historia y durante décadas se recordará su tándem con Luis Fabiano, con el que formó una de las mejores parejas goleadoras del fútbol. El malí se va siendo el cuarto goleador de la historia del Sevilla, solo por detrás de tres mitos como Campanal, que firmó 214 goles, Arza (207) y Araujo (158). De los 137 goles firmados por el delantero africano, 89 han sido en Liga, lo que le convierte también en el cuarto goleador de este torneo en la historia del club nervionense. Solo sus eternos problemas en la espalda han evitado que Kanouté rompiera más registros. Su profesionalidad le ha granjeado el respeto de una afición que anoche le rindió un merecido homenaje. Su adiós significa el fin de un ciclo en el que el Sevilla se codeó con los grandes de Europa, hasta el punto de ser considerado por la FIFA, durante dos años consecutivos, mejor equipo del mundo.