Cristina Pedroche: El sol del Rayo

Mañana va a estar pegada al televisor desde las 12 del mediodía. Llueva, truene o haga sol, Cristina Pedroche no se pierde un partido del Rayo Vallecano. Es fija en su estadio, el de su barrio, y fan incondicional de su equipo de toda la vida. Más allá de las luces de neón, de los photocalls y de las sesiones de fotos para las revistas de alta gama, Cris es una chica de barrio que explica siempre que tiene oportunidad que “lo más importante de mi vida son mi familia y mis amigos de siempre. Me dan estabilidad, seguridad y me mantienen con los pies en el suelo. Soy una chica de barrio, de Entrevías, con un padre en el paro y una madre con un sueldo bajo que se han sacrificado toda la vida por mí. Ahora me toca a mí devolvérselo todo. Por eso soy incapaz de gastarme miles de euros en un bolso. ¡Eso es lo que se gana en casa en tres meses!”. 

Esta sinceridad y esta cercanía convierten a Cristina Pedroche en un ídolo de masas, en un icono aspiracional para miles de chicas y en el oscuro objeto de deseo de millones de hombres. Porque además le gusta -y entiende- de fútbol. Para ella, uno de los momentos más emotivos de su vida fue el día que realizó el saque de honor en Vallecas. Se fue llorando del centro del campo, se tatuó un rayo en la muñeca y volvió a repetir esa frase tan suya, ese “¡a las armas!” que ya es el grito de guerra de muchos aficionados como ella. Desde sus cuentas de Twiter, Facebook e Instagram es la primera en levantar la moral de la tropa rayista, en comunicarse de forma directa con jugadores y socios y en hacer “marca Rayo” a nivel internacional.

Los números de esta mujer son impresionantes. Y no nos referimos precisamente a los de su físico, masacrado por unos y alabado por otros, que responde al de una mujer con curvas más sexys del mundo. Cristina Pedroche acumula millones de seguidores en las redes sociales, en las que bate récords y en las que cualquiera de sus comentarios genera numerosas reacciones. El de mañana está muy claro: animar a su Rayo hasta el infinito y más allá.