El portugués está hundido y muy contrariado por la pitada del sábado pasado

Cristiano medita irse

El crack portugués no ha asumido todavía la humillación que sintió al escuchar a su propia afición pitarle el pasado sábado ante el Barça

Francesc J. Gimeno

El partido ante el Barça del pasado sábado ha supuesto un antes y un después para el portugués Cristiano Ronaldo. El extremo madridista sigue consternado por los silbidos que le dedicó una parte de la grada del Santiago Bernabéu y esa humillación le ha hecho replantearse su situación personal. Algunas cosas tendrán que cambiar de aquí a final de temporada para que el crack portugués decida seguir en el Madrid. En estos momentos está meditando muy seriamente la posibilidad de poner punto y final a su aventura madridista en junio.

De la amargura e incredulidad inicial que sintió al escuchar los reproches su afición, Cristiano Ronaldo ha pasado a la furia. El portugués está muy molesto con todo el mundo, empezando por su técnico, José Mourinho, al considerar que éste no salió públicamente en su defensa en la rueda posterior al partido. El técnico se escudó en que no había oído los pitos, cuando la realidad es que cambió de banda a CR7 durante el partido para reducir su impacto.

Cristiano se ha dado cuenta de que si las cosas no cambian, el Madrid no le garantiza ganar los títulos importantes a los que aspiraba al llegar y que su prestigio internacional está cayendo en picado por culpa de todos los duelos que pierde frente a Leo Messi. Intuye ya que si no da un paso al frente y decide cambiar de aires, su situación no mejorará. Al portugués le ha sentado muy mal no recibir el trato de ídolo que el Bernabéu siempre le había dispensado. No entiende este cambio de actitud.

Por eso no descarta aceptar la oferta del Manchester City, que ya ha hecho un primer acercamiento para tantear al portugués tras ver lo que sucedió en el clásico. El club inglés está dispuesto a esperar lo que haga falta para hacerse con el crack mediático que necesita para acabar de una vez por todas de superar a su gran rival ciudadano, el Manchester United. El dinero no será un problema. El City ya le tanteó el pasado verano y se mostró dispuesto a ofrecer al Madrid 150 millones de euros.

La relación entre Mourinho y su gran figura ha quedado deteriorada como consecuencia de lo sucedido ante el Barça. El encargado de mediar entre ambos para tratar de que las aguas vuelvan a su cauce ha sido el representante de ambos, Jorge Mendes. El técnico se lo ha llevado a Ponferrada para hablar y tranquilizarle, además de darle los minutos necesarios para que se saque la espina y se exhiba. Pero la realidad es que Mourinho no vería con malos ojos perder de vista a CR7 a final de temporada.