Imagen escalofriante

El corte de Diego Costa, entre las peores brechas de los últimos años

Diego Costa dio el susto en el Coliseum Alfonso Pérez tras colisionar con el poste y hacerse una brecha que recordó a las más escalofriantes de las últimas temporadas

Alfonso Callejas

Diego Costa pudo herir muchas sensibilidades este domingo en el Coliseum Alfonso Pérez. El hispano-brasileño se jugó el físico por enésima ocasión para sentenciar el partido de los suyos ante el Getafe y pudo pagar un precio muy caro. La valentía del ariete 'colchonero' para marcar el 0-2 le provocó <strong>una impactante herida</strong> en la parte alta de la tibia que durante algunos minutos hizo temer lo peor.

Su imagen, con una fuerte brecha sangrando y unas evidentes muestras de intenso dolor, dejó boquiabierto a todo el planeta fútbol en cuestión de segundos. Por fortuna, minutos más tarde el propio Atlético de Madrid confirmaba que todo había quedado en un susto, más allá del terrible corte por debajo de la rodilla. 

Su brecha recordó a algunas de las más 'célebres' de los últimos años. En clave Barça, Sergio Busquets fue el triste protagonista hace poco más de dos años cuando el 4 de febrero de 2012 sufrió <strong>una aparatosa herida </strong>similar a la de Costa al recibir un pisotón fortuito de Carlos Martínez en un Barça-Real Sociedad. El canterano azulgrana también hizo temer lo peor pero la misma noche se confirmó que todo había quedado en un susto... y en unos puntos de sutura para el de Badia.

EL PLANTILLAZO DE SIMEONE

'Busi' se hizo la brecha por culpa de los tacos de la bota de un rival, un factor que también resultó decisivo en otra de las acciones más escalofriantes de los '90. La víctima, en este caso, fue el talentoso centrocampista del Athletic de Bilbao Julen Guerrero, pero en esta ocasión su herida no fue fortuita.

El internacional del Athletic vio como el hoy técnico 'colchonero' Diego Simeone hizo alarde de su contundencia, en ocasiones excesiva, al recibir un violento plantillazo a la altura del muslo sobre la línea de fondo. Las imágenes con la marca de los tacos y la pierna sangrando fueron todo un 'shock' en el fútbol español.

LA MALA SUERTE DEL UNITED

Evidentemente, tampoco el fútbol internacional se escapa de imágenes tan terribles. En Inglaterra, uno de los países donde se permite un mayor contacto sobre el césped, existen varios casos en las últimas décadas que cortaron la respiración a más de un aficionado. Uno de los casos más curiosos es el del Manchester United, que perdió varias jornadas a dos de sus jugadores más determinantes por una lesión similar en un espacio de apenas año y medio.

El primero fue el portugués Nani, que recibió una desproporcionada entrada de un coloso como Carragher en un derbi en Anfield ante el Liverpool. Era marzo de 2011 y el ex del Sporting de Lisboa vivía una temporada muy dulce en Manchester que se acabó truncando de la forma más inesperada. Caso opuesto al de su compañero Rooney. El internacional inglés vio mermada su aportación al inicio de la campaña anterior cuando en agosto de 2012 sufrió un espeluznante corte en la parte interior del muslo derecho ante el Fulham tras un plantillazo fortuito de Rodallega al ir a obstruir su disparo.

LA MAYOR BRECHA DE LA HISTORIA

Pero si hay una lesión similar que ha impactado en el fútbol internacional en las últimas décadas, no es otra que la sufrida por Ewald Lienen. El alemán tiene el triste honor de ser protagonista de una de las imágenes más duras en la historia del fútbol. Una instantánea no apta para sensibles. Lienen, entonces en las filas del Arminia Bielefield en la campaña 1981-82, sufrió un desgarro de 25 centímetros -prácticamente desde la rodilla a la cadera- en su muslo derecho tras una violenta entrada de un rival del Werder Bremen.

Pese a que muchos temieron lo peor, Lienen 'solo' tuvo que estar de baja un par de semanas para hacer cicatrizar los puntos de la aparatosa herida que puso a la vista sus ligamentos. Su rostro embargado por el espanto y su reacción clamando contra el banquillo rival es hoy una imagen imposible de borrar y que sobreviene siempre que desgraciadamente surge una lesión similar.