ZARAGOZA, 1 - SABADELL, 1

El Sabadell arranca un punto de La Romareda con diez

El Sabadell fue superior al Real Zaragoza aunque jugó la segunda parte en inferioridad numérica y mereció los tres puntos

Un pésimo Real Zaragoza ha vuelto a entregar otra victoria que parecía segura en los últimos minutos ante un Sabadell que fue mejor durante todo el partido y que jugó toda la segunda parte con diez, pero que evidenció las carencias que le hicieron llegar a esta cuarta jornada como colista.

Los primeros minutos del encuentro se caracterizaron por un Zaragoza que tenía el balón y un Sabadell que presionaba y se quedaba con las ocasiones.

Fue en el minuto 4 cuando llegó la primera jugada de peligro por parte del conjunto arlequinado de la mano de Juanto, que evitó el central procedente de los juveniles Vallejo, el mejor de su equipo, cerrándole el paso, y le contestó el Zaragoza dos minutos después con un centro de Javi Álamo para Borja que acabó en las manos de Nauzet.

DOMINIO DEL SABADELL

Conforme pasaba el tiempo, el dominio absoluto del partido fue cayendo del lado catalán, que disfrutó de múltiples ocasiones, como una de Juanto que fue despejada por guardameta blanquillo por poco.

Le costaba mucho más a la nerviosa escuadra maña desarrollar su juego, llegar al área de Nauzet y crear un mínimo peligro, y el técnico, Víctor Muñoz, se vio obligado a reorganizar el equipo ya en el minuto 16 por una lesión muscular de su lateral izquierdo, Rico.

Mientras tanto, el conjunto barcelonés seguía creando peligro en el área zaragocista, con una llegada con varios jugadores en la que la defensa acabó aprovechándose de la indecisión del delantero centro y también a balón parado, en el 27, con una falta lanzada por Víctor que salvó Whalley con un auténtico paradón.

No fue hasta el minuto 32, cuando los locales pusieron en aprietos por primera vez al arquero del Sabadell, en un contraataque algo defectuoso en el que Suárez no encuentra un pase, termina chutando a puerta y con el rechace de Nauzet a córner.

LA EXPULSIÓN MARCA

Caprichos del fútbol, a pesar del baile que los catalanes le estaban dando a los maños en todos los sentidos, en el 41 llegó la primera gran jugada local, que fue la jugada perfecta, con un centro de Javi Álamo a Borja, que marcó con un disparo ante el que nada pudieron hacer ni la zaga ni el portero visitantes.

Por si fuera poco, dos minutos después, el Sabadell se quedó con diez tras una cuanto menos rigurosa expulsión de Yeray por doble amarilla y se fueron al descanso con desventaja tanto en el marcador como en el número de hombres en el terreno de juego después de unos 45 minutos que habían dominado sin discusión.

El intenso calor dejó paso a la lluvia y hasta algo de granizo al comienzo de un segundo período en el que, contra todo pronóstico, fue el equipo arlequinado el que salió completamente volcado y dejando en evidencia a un Zaragoza perdido, lento y a remolque que no parecía para nada que estuviera jugando con un jugador más.

El Sabadell tuvo el empate en sus manos pero, de nuevo, volvió a perdonar con un nuevo remate de Juanto que salvó el poste de la portería defendida por Whalley.

Parecía que el conjunto local se intentaba zafar del claro dominio de los catalanes y a punto estuvo de marcar el segundo; primero Suárez en el 55 con un disparo mal rechazado por Nauzet al que no llega el delantero centro maño y, dos minutos después, Javi Álamo con un fuerte disparo que acabó en las manos del cancerbero visitante.

Pero de nuevo se le volvió a descolocar el once a Víctor Muñoz y otra vez en la banda izquierda, el eslabón más débil del Real Zaragoza, con otra lesión muscular sufrida por Nieto, precisamente quien estaba ocupando la posición dejada por Rico en el primer tiempo.

Durante la parte central del segundo período el Sabadell dejó de crear el peligro que había creado hasta ese momento, circunstancia para nada aprovechada por los locales, totalmente perdidos, incapaces de crear fútbol, con una actitud incomprensible para un equipo que juega con uno más y con un estado físico bastante bajo, lo que exasperó a su técnico y a la grada, que comenzó a proferir los primeros silbidos a los suyos.

JUSTICIA AL FINAL

Gran parte de esos pitos iban dirigidos a su capitán, Javi Álamo, que pecó de individualista en más de una ocasión y desperdició un buen pelotazo de contragolpe y acabó sucumbiendo ante la defensa visitante al no buscar a ningún compañero.

A dos minutos del 90, justo cuando ya parecía que La Romareda volvería a ver a su equipo ganar meses después y que el Real Zaragoza se apuntaría los primeros tres puntos de la temporada, a pesar del mal juego, un error de Cabrera y Mario fue salvado, una vez más, por Vallejo a córner y en el posterior saque de esquina, mal defendido, llegó el gol del Sabadell, de las botas de Juanto, para poner algo de justicia en un encuentro que, desde luego, no merecieron perder.