Sampaoli le dio la vuelta al derbi en el descanso y se llevó el partido

Joan Pi

Pasión, lucha, rivalidad, emoción... El derbi sevillano tuvo todos esos ingredientes que se le suponen a un partido de la máxima rivalidad entre los dos clubes emblemáticos de la capital hispalense. Al final sonrió el Sevilla, que se llevó el triunfo tras remontar el gol que avanzó al Betis.

El conjunto verdiblanco entró mucho más enchufado al partido que su gran rival. Atajando cualquier intento ofensivo del Sevilla, que no llegó a disponer de ninguna ocasión, ni tan siquiera pudo disparar a puerta en los primeros cuarenta y cinco minutos, y mostrando mayor determinación en la fase ofensiva, el Betis parecía haber hallado la receta para superar al Sevilla.

Los de Sampaoli no sabían cómo superar las lineas de presión del Betis, que inició su arreón en el minuto 13, con un duro disparo de Rubén Castro que detuvo Rico.

Los acercamientos del Betis y los centros al área sevillista eran constantes. Petros pudo marcar de rebote en el 22, y también Mandi en el minuto 26’, cuando cabeceó al larguero tras un lanzamiento de falta lateral.

El dominio verdiblanco era absoluto y los jugadores sevillistas, incómodos sobre el campo, no mostraban recursos para sacarse de encima la agobiante presión local.

Fue madurando el Betis su actuación hasta que en el minuto 36 llegó la falta de N’Zonzi en la frontal que propició el tanto bético. Vázquez N’Zonzi se abrieron en la barrera y Rico no pudo ni oler el tiro de Durmisi, que desató el delirio en las gradas de un Benito Villamarín que se las prometía muy felices.

Pero si el primer tiempo solo tuvo color verdiblanco, la segunda parte daría un giro copernicano. Sampaoli, en el descanso, dio entrada a Iborra Ben Yedder para repoblar el centro del campo y varió su esquema.

El resultado no pudo ser más inmediato y el Sevilla pasó de sometido a dominador absoluto y a excepción de un disparo al lateral de la red de Piccini en una llegada aislada (54’), el Betis se vio encerrado en su campo por un Sevilla muy superior.

En el minuto 56 llegó el empate en una acción de estrategia. Lanzó Nasri, remató Iborra de cabeza y Mercado, ante la pasividad de los defensores béticos, aprovechó el rechace de Adán para marcar.

A partir de ahí, el festival solo fue sevillista. Hasta cinco ocasiones visitantes precedieron la jugada del 1-2. Una nueva falta en el centro del campo, lanzada por Nasri al corazón del área, donde N’Zonzi -en fuera de juego- prolongó con la cabeza y luego Iborra se anticipó a Adán para anotar el que sería el tanto de la victoria. Un gol que no debió subir al marcador pero que significó para el Sevilla asaltar el liderato de manera temporal, a la espera de los resultados de este domingo.

Esta vez al Betis, que fue favorecido en mismo grado ante el Barcelona y el Valencia, le tocó ‘encajar’ el error arbitral. Uno más de tantos.