La 'mano de dios' de Bakambú dio un injusto triunfo al Villarreal ante el Leganés

Joan Pi

Cuando en el minuto 90 Guerrero anotaba el tanto del empate para el Leganés, no se podía presagiar un final tan cruel para los pepineros.

En el tiempo añadido, un gran centro de Dos Santos lo remató Bakambú con la mano derecha, y el brazo totalmente extendido, lo que hace incomprensible que, o bien el árbitro, o bien el juez de línea, no vieran con claridad la infracción del delantero amarillo.

Todo el mundo se dio cuenta. Todos menos los jueces. La legítima protesta de los jugadores del Leganés de nada sirvió y el árbitro firmó la inmerecida derrota pepinera en el campo de la Cerámica. La implantación del VAR en la Liga tiene ya otro irrefutable argumento más, que ni el propio Latre discutirá cuando vea las imágenes.

En cuanto al desarrollo del partido, en la primera mitad el Villarreal llevó el mando desde el inicio, aunque nunca dio sensación de superioridad. En el 2’ Sansone pudo marcar pero la estirada de Herrerín impidió el tanto. A medida que la intensidad de la presión que ejercía el Leganés fue menguando, el Villarreal fue sintiéndose más cómodo y dominador, buscando las bandas para abrir el campo con las subidas de Mario Jaume Costa que llevaron mucho peligro, al igual que los desmarques de ruptura que Bakambú no se cansó de buscar, al igual que en caso de Sansone.

No fue hasta el 18’ que el Lega, que se estaba defendiendo ordenadamente con su linea de cinco defensas y cuatro hombres en el medio campo, se acercó a la meta rival por primera vez, con un disparo lejano de Unai López. Pero mucho más peligro creó el conjunto madrileño en un saque de esquina (34’) que se paseó por la linea de gol sin que Guerrero lograse impactar el balón.

El aviso espabiló al Villarreal, que dispuso de una gran ocasión en el 37’, cuando Trigueros asistió a Sansone, quien no supo resolver el cara a cara con Herrerín y disparó fuera en la ocasión más clara hasta ese momento.

Aunque el control era de los locales, el Leganés mantenía la tensión y sacaba petróleo de sus escasas aproximaciones. Sobre todo a balón parado. En una de ellas y tras varios rechaces aéreos dentro del área, Siovas empalmó una gran volea que tuvo idéntica respuesta de Andrés Fernandez, que salvó el gol al filo del descanso.

En la segunda parte, el Leganés cambió de cara y le puso una marcha más a su juego y a su intensidad. Parecía decidido a ir a por el partido cuando Bakambú frenó en seco sus intenciones. Era el minuto 68 cuando, tras una buena combinación del ataque amarillo con asistencia de tacón de Soldado, el francés controló a la media vuelta y colocó el balón al palo largo, superando a Herrerín.

No se entregó el Lega tras el 1-0, y pudo empatar en un zapatazo de Erik Morán (72’) dirigido a la escuadra que Andrés Fernández resolvió con el paradón del encuentro. Siguió apretando y creando situaciones de peligro el Leganés, hasta que en el minuto 90 llegó su recompensa, cuando Guerrero culminó una acción que empezó Herrerín en un lanzamiento de falta que prolongó Siovas para Alberto Bueno y éste asistió al goleador. El empate hacía justicia a los méritos de ambos equipos.

La alegría del empate duró poco a los pepineros. En concreto dos minutos, hasta que la ‘mano de dios’ de Bakambú le jugó una mala pasada al fútbol.