El Málaga condena un poco más a Osasuna

Jordi Blanco

El Málaga ajustó un poco más la cuerda alrededor del cuello de Osasuna, que siendo salvado de la derrota en la primera parte por Mario Cuesta, no pudo sumar la victoria en la segunda... condenado por una disparatada salida del meta local cuando la hinchada aún celebraba el gol de Causic.

La igualada le supo a poco a ambos pero le provocó un sofoco al equipo navarro, que podría acabar la jornada, primera de la segunda vuelta, a once puntos de la salvación después de un choque en el que pudo pasar de todo.

Al cabo de tres empates y una derrota al frente de Osasuna, el papel de Petar Vasiljevicsustituto de Joaquín Caparrós, no se ha demostrado suficiente para recuperar las esperanzas rojillas, por más que el ánimo de sus jugadores no decaiga y que, desde luego, hayan mejorado en sus prestaciones en las últimas semanas, en que el gafe del marcador le ha penalizado en exceso.

Este viernes volvió a suceder cuando los aficionados soñaban con presenciar la primera victoria liguera en El Sadar de la temporada. Y apenas ascender, el fantasma del descenso es enorme en Pamplona.

Goran Causic a los 76 minutos, remachó un servicio excepcional de Kenan Kodro para adelantar a Osasuna. Y cuando más reforzaba su defensa, un saque de banda en largo del debutante Luis Hernández llevó el balón al área y provocó que a Mario Cuesta, perfecto y sobresaliente hasta entonces, no se le ocurriera otra cosa que ir a buscar un imposible... Y claro, llegó tarde al cabezazo hacia atrás de Ignacio Camacho que significó el empate.

El golpe moral se entendió terrible en El Sadar por cuanto el meta local había atajado un penalti a Michael Santos a los 19 minutos de partido y poco después salvado un remate con sabor a gol de Luis Hernández, convirtiéndose en el héroe que mantenía la esperanza navarra.

Luego pasó lo que pasó... Y Osasuna queda pendiente, cada día más, de un milagro que se contempla poco menos que imposible.