Griezmann aporrea la puerta de salida

El idilio de la afición colchonera con Antoine Griezmann va a terminar de la peor manera. Todo el mundo, incluso el futbolista, es consciente de que ésta es la última temporada del delantero francés con la camiseta rojiblanca.

<strong>La pitada que recibió durante el derbi </strong>sólo vino a confirmar que  el futuro del Atlético y el de Griezmann transcurrirán por caminos diferentes. Incluso ya hay quien especula con que su salida puede producirse en el mercado de invierno, aunque es poco probable porque  ahora su cláusula de rescisión alcanza los 200 millones y en verano, sólo la mitad. 

El jugador lo niega una y otra vez, pero su cabeza parece estar en otro sitio. Algunos dicen que en el Manchester United, que en agosto lo tuvo fichado hasta que el Atlético supo que no podía hacer fichajes, o en Barcelona, que lo tiene como objetivo para la próxima temporada. Sin descartar al Bayern, que está proyectando una  profunda renovación de su plantilla. 

Lo cierto es que el comportamiento del internacional francés en el terreno de juego y fuera de él alimentan toda clase de especulaciones. 

El sábado no remató ni una sola vez a la portería del Real Madrid y cuando pudo hacerlo echó el balón hacia atrás, provocando la ira del Wanda Metropolitano. Su indolencia, además, ha llevado a su entrenador a sustituirle en los dos últimos partidos.

Simeone le defiende todavía. “A mí me enseñaron que los que son de mi familia, mientras están en mi familia, voy a muerte con ellos”, dijo el técnico argentino tras la pobre actuación del francés en el derbi. Lógico, mientras Griezmann sea jugador del Atlético necesita su mejor versión y su obligación es recuperarle para la causa.

Theo, su hermano, no ayuda con sus inoportunos comentarios en las redes sociales. El futbolista tampoco. Y menos cuando en Francia suelta que le gustaría jugar con Neymar y Mbappé, una afirmación que todo el mundo considera una declaración de intenciones.