El Granada se hunde en Butarque

Jordi Blanco

El Granada es el peor visitante de Primera División y en Butarque explicó este sábado porque no ha ganado todavía ni un partido lejos de Los Cármenes. De hecho, perdió su sexto partido como visitante y, catapultando al Leganés, dio un paso atrás preocupante.

El duelo lo sentenció, irónicamente, un futbolista del Granada que juega, cedido, en el Leganés. El venezolano Machís, rematando a placer una asistencia de Erik Morán a los 83 minutos, cuando el equipo andaluz había comenzado a sacarse el miedo del cuerpo... Y fue derribado en una contra mortal.

Al partido le sobró la primera parte y se le hizo corta la segunda. Dominó casi siempre el Leganés en un primer acto sin ritmo, con juego trabado y en que las tres intervenciones estelares del Memo Ochoa ni pudieron ser consideradas porque todas las jugadas fueron anuladas por fuera de juego.

Al ataque, el Granada buscó sin encontrar a Adrián Ramos y ni encontró a Wakaso ni buscó a Samper, el principal pecado de un equipo al que pareció no ocuparle la organización y que dio la sensación, en varias ocasiones, de ser un grupo de jugadores pero para nada un equipo propiamente dicho.

A pesar de ello se alcanzó el descanso sin fútbol ni goles para que en el segundo tiempo el Leganés saliera con una marcha más y obligase a dar otro paso atrás a los de Alcaraz, cuyo primer disparo a puerta no llegó hasta el minuto 75, demostrando esa estadística la ambición de unos y otros, con los locales avisando con peligro y los visitantes, timoratos, sin saber si conformarse o arriesgarse.

El Granada pensó en ganar en el minuto 75... Y fue derrotado en el 83

Y como si fuera una mecha, el disparo de Wakaso provocó que el Granada se quisiera estirar, buscase el gol... Y acabase derrotado en una excelente contra local que acabó con la asistencia de Morán para que sentenciara Machís, venezolano propiedad del Granada y que vive su cuarta cesión desde que fue fichado en 2012.

Pudo incluso marcar un segundo gol el Lega, evitado por Ochoa, pero no rozó, casi ni de casualidad, el Granada la igualada. Al final, el 1-0 catapultó a los locales a escapar de la amenaza... Y dejó a los andaluces colgadosantepenúltimos y en plena depresión.