El fenómeno Sampaoli

El fenómeno Sampaoli arrasa en España. Desde la eclosión del Atlético de Simeone, capaz de generar un debate absoluto tras discutir el mando a Barça y Madrid, no hubo un entrenador que provocase tantos elogios como su compatriota, que ha convertido al Sevilla en el equipo de moda.

Cuentan que allá por el mes de agosto, en una de sus primeras reuniones de trabajo, Monchi quiso rebajar la presión alrededor de Sampaoli insinuándole que no sería extraño que en noviembre el Sevilla, que había vivido una absoluta revolución en la plantilla, estuviera en puestos de descenso. "Sampaoli se sonrió y le dijo que para eso se habría quedado en casa".

Y eso que el Director Deportivo, "Bilardista declarado", entendió que la sustitución de Unai por Jorge significaba "un cambio profundo" en los esquemas futbolísticos de un Sevilla que ha mutado en un equipo que llama a gritos al balón, que quiere mandar en el campo y que busca la victoria, y la encuentra, a través del dominio.

Monchi revolucionó al Sevilla con su fichaje, un acierto ya indiscutible

El 26 de noviembre, jornada 13, su equipo derrotó al Valencia e igualó al Barça en la segunda posición. Dos meses después acabó con la racha del Real Madrid y, colocado a un punto del liderato, el equipo andaluz es visto como el sucesor del Atlético para pelear el título a los dos grandes.

"Al Sevilla no le tiemblan las piernas para nada. Hemos hecho cosas increíbles, que no se podían ni soñar y aunque Madrid y Barcelona nos doblan el presupuesto, no renunciamos a nada" proclamó la última semana José Castro, presidente del club que se reconoce "eufórico" con la temporada que está llevando a cabo un equipo al que en verano de 2016 llegaron 13 jugadores y se marcharon otros tantos. Y al que ha sumado una perla llamada Jovetic en este mercado de invierno.

"En Chile se olvidaron muy rápido del trabajo de Sampaoli pero algún día habrá que agradecerle todo lo que hizo por la selección" avisó en su momento Claudio Bravo, el hoy portero del Manchester City y que nunca ha ocultado su admiración por el argentino.

Bravo no le olvida, Nasri está a sus pies y la plantilla le sigue con los ojos cerrados

"Es un entrenador que me encanta. Nunca se siente inferior. Quiere ganar siempre y quiere hacerlo ofreciendo fútbol. Está muy cerca de sus jugadores, y eso también marca diferencias" conviene Nasri, apuesta, arriesgada, de Monchi en verano y que en Sevilla ha recuperado su mejor nivel.

Pero, ¿es especial este técnico? Seis meses después de abandonar abruptamente la dirección de la <em>Roja</em> y cuando se daba por hecho su fichaje por el Granada, Sampaoli aceptó el reto de suceder a Unai Emery en el Sevilla. Por sorpresa. "Se mueve por sensaciones y Monchi le enamoró" se comenta desde Nervión, donde la capacidad de seducción del todavía director deportivo del club hispalense se apunta como una de las razones que explican este renacer continuado del equipo.

"Hemos ganado al primero de la Liga y estamos a un punto. Jugar así contra un grande sigue enalteciendo a este grupo y, desde luego, nos permite tener ilusión" se atrevió a reconocer el argentino apenas derrotar al Real Madrid, instantes antes de contemplar como los mensajes de felicitación colapsaban su teléfono móvil.

"¿Ganar la Liga? El tiempo lo dirá pero hay ilusión" admite sin asomo de soberbia

Sampaoli enamora en Sevilla, gusta en España (y en el Barça) y es vigilado en Europa, siguiéndose muy de cerca lo que se considera un milagro. "Ha dado un paso adelante. Ha tomado virtudes de Emery para, con su estilo, mejorar al equipo y dispararle" sostiene el presidente, que no quiere ni oir hablar de su salida de un Sevilla con el que mantiene contrato hasta junio de 2018.

Alrededor del Camp Nou su nombre se cita ya sin disimulo como potencial sucesor de Luis Enrique si el asturiano decide dejar el banquillo del Barça a final de temporada. Y es sabido que en el vestuario azulgrana, con Messi a la cabeza, goza de gran simpatía.

Comparado con Guardiola, en el vestuario del Barça goza de gran simpatía 

Hay quien le contempla como un entrenador de la misma escuela que Guardiola. Presión en campo contrario, juego de combinación, absoluta exigencia... Y una relación muy estrecha con sus futbolistas. "¿Ganar el título? Solo el tiempo dirá eso, aunque no esperábamos estar tan arriba a estas alturas" convino el propio técnico argentino en una charla con el diario El País, tomando con una naturalidad absoluta el papel de alternativa que se le concede a su equipo en la pelea por la Liga enfrentado a Madrid y Barça.

A Jorge Sampaoli, de 56 años, le han bastado siete meses para convertir las dudas que despertaba cuando fichó por el Sevilla en elogios indisimulados. Y mientras hay quien se refiere a su equipo como una suerte de Leicester a la española, (curiosamente su rival en los octavos de la Champions), su nombre crece de manera exponencial. Un fenómeno en toda regla.