El 'efecto Simeone' se diluye

Simeone no encuentra esta vez la fórmula del éxito

Simeone no encuentra esta vez la fórmula del éxito / EFE

Fernando Baquero

Fernando Baquero

La primera vuelta del campeonato de Liga 2016-17 ha dejado claras evidencias de que el ‘cholismo’ comienza a dar señales de agotamiento. El Atlético ya no es aquel equipo imbatible que aplicando la filosofía del ‘partido a partido’ que tanto gusta a su técnico era capaz de competir de igual a igual con Barça y Real Madrid. 

El equipo rojiblanco ha perdido su condición de tercero en discordia y su entrenador ya no tiene ese aura  que había conquistado a la afición y al vestuario. En el ecuador de la Liga, la credibilidad de Simeone ha perdido casi tantos puntos como su equipo. 

Estamos, sin duda, ante la peor versión del Atlético desde que el argentino se hizo cargo de la plantilla. Muy lejos del Real Madrid (a 9 puntos) y distanciado del Barça (a 6), su rendimiento está incluso por debajo del sorprendente Sevilla (a 7), lo que le pone tremendamente difícil entrar de forma directa a la próxima Champions.

Incluso Real Sociedad y Villarreal aprietan para  pelearle la cuarta plaza, que obliga a pasar el peaje de una previa para poder acceder a la máxima competición. El equipo colchonero ha sumado 9 puntos menos que la pasada temporada y 15 por debajo de la campaña (2013-14) en la que se proclamó campeón. 

Marcado por un inicio de campeonato decepcionante (dos empates ante los recién ascendidos Alavés y Leganés), el origen de su pérdida de identidad hay que buscarlo en un inesperado hundimiento en los dos últimos meses de 2016 en los que sólo sumó 7 puntos de 21. El derbi madrileño (0-3) dejó muy tocado al equipo y al técnico, que renunció al ‘jogo bonito’ que había desplegado el Atlético hasta entonces y recuperó su eficaz planteamiento conservador. Las lesiones de Augusto, Tiago y Oblak tampoco ayudaron a evitar que el equipo de desplomara.

La sequía goleadora de Griezmann, que encadenó nueve partidos consecutivos sin marcar, los altibajos de Gameiro, las vacilaciones de Simeone en el centro del campo y la fragilidad defensiva –ha encajado el doble de goles (16) que la pasada tempoarada– han convertido al Atlético en un equipo poco fiable.