El 'efecto Abelardo' también asalta La Cerámica

Jonathan Moreno

El Alavés del Pitu Abelardo es otro. Parece una obviedad con los números en la mano. Diez partidos del asturiano al frente del Glorioso y diecinueve puntos. La nueva versión de los babazorros dista mucho del equipo que había sumado sólo seis hasta la llegada del gijonés. Los albiazules se impusieron ayer en La Cerámica a un Villarreal impotente ante la seguridad visitante. El gol de Bacca desató a los 'groguets', que acabaron muriendo en la orilla.

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LaLiga

1
2
Alineaciones
Villarreal
Asenjo; Mario, Álvaro, Víctor Ruiz, Jaume Costa; Javi Fuego (Raba, 79'), Castillejo, Trigueros; Roger Martínez (Ünal, 58'), Fornals (Cheryshev, 66'), Bacca.
Alavés
Pacheco; Alexis, Laguardia, Ely, Duarte; Hernán Pérez (Ibai, 69'), Torres, Pina, Alfonso; Munir (Maripán, 80'), Guidetti (Sobrino, 74').

Desde la posesión del balón, el cuadro castellonense se adueñó del partido. Los amarillos jugaban rápidos, precisos, buscando fisuras en la organizada defensa del Glorioso. Los albiazules, generosos en el esfuerzo en defensa, optaban por un fútbol directo en busca de Guidetti o de la picardía de Munir. Las oportunidades de gol, no obstante, brillaban por su ausencia

No fue hasta minutos antes del descanso cuando, en la primera clara, Rodrigo Ely aprovechaba un rechace en un córner para peinar el balón ligeramente y ponerlo lejos del alcance de Sergio Asenjo. El oficio de los albiazules daba sus frutos. Y pudieron ampliar la brecha los babazorros tras un saque de banda. Munir cedió de tacón y Pedraza, incomprensiblemente, envió al travesaño cuando todo apuntaba al 0-2. Era el arranque del segundo periodo. 

La desesperación empezó a hacer mella en los 'groguets' viendo la comodidad con la que defendían los vitorianos. Y, en una rápida transición coral de los babazorros, Ibai recibía de Guidetti y la llevaba al fondo de las mallas. El premio al trabajo del Glorioso se reflejaba en el marcador. Poco tardó el cuadro de Javi Calleja en volver a meterse en el partido. Disparo fuerte de Mario Gaspar, Pacheco que rechaza al centro del área y ahí apareció Carlos Bacca para fusilar al meta alavesista. Apretó La Cerámica, asedio constante del Villarreal pero los tres puntos que volaron a la capital vasca.