Baptistao catapulta el sueño del Espanyol

Jordi Blanco

Leo Baptistao, en el tiempo añadido y tras un contragolpe que comenzó y acabó con una vaselina excepcional, le dio al Espanyol una victoria tan inesperada como trascendental en Butarque, donde rompió una racha de cinco partidos sin ganar a domicilio (desde el cuatro de febrero en Málaga) y catapultó su esperanza de alcanzar la Europa League.

Fue más una victoria de la casualidad que de la insistencia porque tras una primera mitad en la que no dio muchas señales de vida en ataque y tras fallar hasta tres buenas ocasiones enlazadas en seis minutos del segundo tiempo al equipo de Quique dio la sensación de acabarse la gasolina. Pero la fortuna acudió a su encuentro.

El Leganés deberá seguir sufriendo tras no aprovechar la derrota del Sporting y estrellarse ante un providencial, otra vez, Diego López, quien en el primer tiempo convirtió en nada una fenomenal jugada de Adrian Marin y en el segundo se multiplicó cuando más achuchaban los de Asier Garitano.

Con todo, la clave se entendió a los 65 minutos de partido. No hacía demasiado que Caicedo había perdonado un cara a cara con Herrerín y que Piatti no estuvo despierto a un rechace del poste a disparo de Jurado ni acertado en un remate franco que se le marchó muy desviado. Ahí decidió Quique meter mano al equipo y volvió a dar minutos a Leo Baptistao. La jugada le salió redonda.

La suerte llama al Espanyol, que volvió a ganar, como ante el Betis, en el último suspiro

Si el Lega iba a tirones, con más empuje que criterio y apoyando sus esperanzas en un golpe de calidad individual, el Espanyol funcionaba con calma y paciencia. Mejor posicionadomás combinativo y asentado, el equipo periquito controlaba... Pero no machacaba. Y eso llegó a dar la sensación de ser un castigo.

Apocado por el arreón final del rival el Espanyol, salvado por Diego López a un zambombazo de El Zhar, pareció dar por bueno ese empate a nada... Hasta que se encendió la luzMarc Roca recuperó un balón y lo cedió a Baptistao casi en su propia corona del área. El brasileño inició la cabalgada, combinó con Gerard y se plantó fresco ante Iago Herrerín, a quien batió por arriba.

Éxtasis periquito en un final de infarto y que invita a pensar, a sospechar, que la fortuna querrá acompañarle en este desenlace de temporada. Si abril comenzó con una remontada impensable frente al Betis, este triunfo en Butarque, que condenó al Leganés a seguir sufriendo, catapultó el sueño de un Espanyol para el que Europa puede dejar de ser una palabra prohibida.