Álex Alegría: "Mi renovación por el Betis puede darse por hecha"

El delantero centro de Betis Álex Alegría ha afirmado que cuando le "vengan con la renovación" desde el club, la firmará "directamente" sin que nadie le diga "nada" y que, en consecuencia, éste es un asunto que "se puede dar por hecho" porque está "a gusto con el equipo, con la afición y con todo".

Alegría, que el próximo octubre cumplirá 24 años, es una de las revelaciones del Betis de Gustavo Poyet, en el que se ha asentado como delantero titular a base de juego y goles (2) y por circunstancias como la lesión del delantero paraguayo Arnaldo Antonio 'Tonny' Sanabria.

"Se puede dar por hecho", aseveró a los medios del club el delantero de Plasencia, quien consideró que todo "está yendo un poquito más rápido" de lo que pensaba y que, no obstante, "hay que tener  los pies en el suelo y seguir trabajando" para "hacer lo máximo" con el equipo.

Sobre su irrupción en el primer equipo, en el que en principio partía como cuarto delantero tras Rubén Castro, Sanabria y Roman Zozulya, comentó que "es mejor aparecer así que prometer mucho y al final no hacer nada", ya que "va con menos presión" y, con confianza, y que ello le sirve "para seguir creciendo".

Álex Alegría, quien la pasada temporada se destapó con doce goles en su cesión al Numancia, dijo que maduró "mucho" en Soria y que fue "la mejor elección" para crecer desde un punto de partida idéntico al que ha tenido este año en el Betis, la suplencia.

"Pensaba igual que esta temporada, que en cuanto me diesen la oportunidad iba a demostrar que valía. Casi todos los años empiezo de suplente, desde que estaba en Segunda División B con 18 años", señaló el atacante placentino, quien se definió como "un delantero de guerra y lucha en todos los partidos" y apostilló que su juego "tiene que ser así".

Alegría, quien tiene como referencias a Zlatan Ibrahimovic y a Fernando Llorente, agradeció también la confianza que ha depositado en él el técnico uruguayo Gustavo Poyet y destacó que está "todo el día encima" enseñándole "cosas de delantero" y con la fijación de que hay que "dejarlo todo en el campo".