Tokio quiere romper el tabú 'gay' en los Juegos

Tokio 2020

Tokio 2020, un proyecto que avanza / EFE

EFE

Una organización de Tokio ha anunciado sus planes de instalar un pabellón "Pride House" para la comunidad LGTB en los Juegos Olímpicos de 2020 con la meta de convertirse en motor de cambio en un país en el que el matrimonio homosexual no está reconocido.

La iniciativa parte del grupo no lucrativo "good aging yells", cuyo objetivo es impulsar la diversidad en los JJ.OO. y Paralímpicos de la capital nipona y "aumentar la conciencia de unidad en la diversidad entre los ciudadanos del mundo", explicó el fundador de la agrupación, Gon Matsunaka, en declaraciones a la agencia Kyodo.

"Queremos dejar un legado abriendo el mundo de los deportes (a la diversidad) en las Olimpiadas de Tokio", dijo el nipón, de 41 años.

Además de instalar el espacio, el grupo tokiota está considerando organizar charlas educativas y eventos deportivos para promover un mejor conocimiento del colectivo LGTB (lesbianas, gais, transexuales y bisexuales), y colaborar con la organización de Tokio 2020.

Espacios similares han sido instalados en ciudades deportivas que albergan grandes eventos deportivos desde los Juegos Olímpicos de Invierno de Vancouver (Canadá) en 2010, pero sería la primera vez en Japón, un país que no reconoce el matrimonio homosexual.

La discriminación basada en la orientación sexual está prohibida por la Carta Olímpica del Comité Olímpico Internacional (CIO), que también ha estado promocionando los derechos de estos atletas.

Se cree que en Japón una de cada 13 personas es LGBT, según una encuesta realizada en 2015 por el gigante de la publicidad Dentsu, pero los atletas homosexuales reconocidos siguen siendo pocos en el país.

La Constitución nipona define el matrimonio como la "unión basada sólo en el consentimiento mutuo de personas de diferente sexo" y la legislación civil nacional no reconoce derecho alguno para las parejas homosexuales.

Algunas ciudades del país asiático, incluidos algunos barrios de Tokio, empezaron en 2015 a expedir certificados que, aunque no son legalmente vinculantes, reconocen la unión civil de parejas del mismo sexo y les otorga un estatus similar al de los matrimonios a la hora de acceder a beneficios fiscales, a servicios sociales o a contratos a título compartido en el municipio.