El sueño de Marina Damlaimcourt

La historia deportiva de Marina Damlaimcourt (1979, Madrid) roza la hazaña y lo impredecible. La triatleta madrileña sufrió en 2007 una grave caída poco después de haber pasado por el quirófano para ser operada de ambas rodillas, hecho que le apartó de la competición profesional casi dos temporadas. Se perdió los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 por lesión. Pero los problemas no quedaron ahí ya que, este mismo año, tras realizar un gran año 2011 que prácticamente le certificó el pase a los Juegos Olímpicos de Londres 2012, a Marina le diagnosticaron mononucleosis en la recta final de la clasificación olímpica y vio peligrar su participación. Por segunda vez se podía quedar fuera de la cita olímpica por una desafortunada enfermedad. A pesar de este revés y de los continuos dolores de espalda, Damlaimcourt, a sus 32 años, logró certificar su billete para participar en sus primeros Juegos Olímpicos en las Series Mundiales de Madrid gracias a su empeño y su tesón.

La triatleta de Galapagar, de ascendencia francesa, admitió pocos días antes de la competición olímpica que llegaba al “60% de forma pero con un 140% de ganas”. Sabía que no era ni mucho menos favorita pero la ilusión por competir en toda una cita olímpica y conseguir un buen resultado valía la pena. Marina salió del agua en 16º lugar con un tiempo de 20:04, acabó el tramo en bicicleta en 15º lugar con una marca de 1:26:10 y finalizó la prueba a pie con un tiempo total de 2:02:50.

Concluyó en 24º posición en su primera participación en unos Juegos Olímpicos. Puede estar más que satisfecha. El trabajo bien hecho siempre suele tener recompensa. Y Marina ya la tiene. Porque no todo se reduce a medallas. ¿Os imagináis ser deportistas de élite y quedar entre los 25 mejores del mundo en vuestra modalidad en una cita olímpica? Debe ser una pasada la verdad. Ella mejor que nadie lo sabe.